Julio González

PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
CUARTA PARTE

Carlos Hernández, por novena vez en su carrera, hacía una pelea por el título continental y lo revalidó por sexta vez desde que lo recuperó, al vencer al francés Alain Le Fol por puntos. El combate que se celebró en el Polideportivo Huerta del Rey de Valladolid, que se lleno de público para presenciar el encuentro europeo, el 5 de septiembre de 1981.

El dominio por parte del púgil español fue total, no dejando que el aspirante tomara la iniciativa en ningún momento del combate, aunque el francés estaba más preocupado en terminar la pelea de pie que en atacar. De hecho, en el quinto asalto Hernández derribó al francés, que fue contado hasta ocho por el árbitro Kurt Halbach y terminó el asalto agarrándose para evitar otra dura mano de Hernández. En el octavo le abrió una ceja, faltando diez segundos para terminar el asalto y en el minuto de descanso la herida no fue a más y el aspirante pudo continuar. Quedó demostrado el encaje del púgil francés que aguantó todos los golpes que recibió hasta el final del combate, también debido a su gran preparación. Le Fol era el número dos en las listas de la EBU, y disputó el título después de que Juretti rechazara la oferta.

Carlos Hernández, decimo superpluma del mundo según el WBC, hacía la séptima defensa del título europeo superpluma en defensa voluntaria, el 3 de octubre de 1981. Y retuvo el título continental al derrotar por KOT en el noveno asalto al gallego Carlos Miguel Rodríguez, campeón de España superpluma. Hernández, como en otras ocasiones, comenzó el combate llevando la iniciativa, no obstante el gallego, con su magnífico juego de piernas y no dejando de moverse contantemente, impidió que el campeón pudiera aplicar sus duros golpes. Hasta llegado el noveno asalto el combate fue muy igualado pero un gancho de derecha llegó al mentón de Rodríguez derribándolo. El árbitro comenzó la cuenta y cuando iba por siete, el gallego se levantó, pero de su esquina salió la toalla en señal de abandono, aunque el árbitro señor Vázquez decreto el KOT con lo que Hernández retenía el título por séptima vez desde que lo recuperó ante Rodolfo Sánchez.

El combate se celebró en el Pabellón del Centro Deportivo Municipal de Vigo, con asistencia de 2.500 aficionados. Actuaron como jueces los señores Paredes y Esquerra de la Federación Centro. Y los organizadores de esta velada fueron el santanderino José García y el gallego González Parada.

La siguiente defensa de Carlos Hernández le enfrentó a Roberto Castañón, este enfrentamiento suponía la mejor pelea entre españoles que se podía celebrar en ese momento. Para Hernández era la octava defensa del título.

Por su parte, Roberto Castañón era el recordman de peleas por el europeo, conquistó el campeonato de Europa pluma ante Manuel Massó, lo defendió en once ocasiones y lo dejó vacante para disputar el mundial pluma WBC a Salvador Sánchez. Hernández y Castañón ya se enfrentaron en una ocasión, el 19 de junio de 1976 en León, con victoria por puntos para Castañón, pero Hernández siempre se quejó del resultado. En esta ocasión era por el título europeo del peso superpluma, el 5 de diciembre de 1981. El combate se celebró en el Polideportivo Huerta del Rey de Valladolid.

Carlos Hernández retuvo el título al hacer combate nulo contra el aspirante Roberto Castañón. Mala pelea fue la que realizaron los dos mejores boxeadores españoles en ese momento, en teoría se supone que si no los mejores en ese momento, si los dos más laureados en defensas del título continental. Desde el segundo asalto el campeón decidió tomar la iniciativa intentando acortar la distancia para colocar sus golpes, tanta es así, que en el tercero dejándose llevar por el ímpetu al salir de un cuerpo a cuerpo Castañón le cazó y lo mandó al tapiz, siendo contado ocho segundos.

Luego el leonés no fue capaz de terminar el trabajo y el campeón se recuperaría, volviendo a tomar la iniciativa en el quinto. Le abriría la ceja izquierda a Castañón, y a partir de aquí, debido al cansancio, la falta de precisión y la falta de ideas, ninguno de los dos hizo nada destacado, siendo amonestados por el árbitro señor Gustavo Esteban en el noveno asalto y en el decimosegundo. Total, resultado justo que no dejó contento a nadie, ni boxeadores, ni público.

La siguiente defensa de Hernández fue contra el boxeador más peligroso que había en ese momento en Europas, el británico Cornelius Boza-Edwards, que había sido campeón mundial, título que gano al mexicano “Bazoka” Limón y perdió contra el filipino Rolando Navarrete. Boza-Edwards nació en Uganda y se nacionalizó británico, y era el boxeador aspirante oficial y protegido del promotor Micky Duff. El combate se celebró el 17 de marzo de 1982.

Carlos Hernández perdió el título europeo al abandonar de forma injustificada, sin haber castigo aparente ante el inglés Conerlius Boza-Edwards, produciéndose el desenlace a los dos minutos y veinte segundos del cuarto asalto. En un principio el combate trascurría en parámetros normales cuando Hernández decidió abandonar sin apreciarse que el castigo hubiera sido importante para tal decisión. El español alegaría que había abandonado debido a un golpe bajo que había recibido en el asalto anterior y que no se había recuperado del golpe.

El combate se celebró en el mítico Royal Albert Hall de Londres, que se llenó para presenciar esta pelea. La prensa británica criticó la decisión de Hernández y la Federación Británica informo a la EBU de la actitud del púgil español.