Galán-Hernández

Julio González

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SEGUNDA PARTE
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Carlos Hernández es el primer campeón europeo que dio el boxeo español, aunque nada más ganarlo lo perdió contra otro español, el burgalés Rodolfo Sánchez. Rápido lo recuperó, en noviembre de 1979, y con el tiempo se convirtió el uno de los más grandes campeones europeos de todos los tiempos. Desde que recuperó el título en 1979, hasta que lo perdió pasarían dos años.

El 30 de abril de 1980, Hernández hace la primera defensa del título contra el aspirante oficial Salvatore Liscapade después de que el promotor italiano Ángelo Grispaldi superara a los promotores españoles García y Gutiérrez en la subasta. Hernández se llevaba un millón cuatrocientas mil pesetas.

Carlos Hernández retuvo el título europeo al vencer por abandono en el sexto asalto al italiano Salvatore Liscapade. El combate se celebró en el Anfiteatro de Nepi, localidad muy cercana a Roma, con lleno completo. Hernández desde el segundo asalto presionó al italiano, que se vio superado en todo momento y llegado el tercero los golpes fueron más claros, y en el cuarto el dominio fue total alcanzado al aspirante con buenas combinaciones. El quinto fue dramático para el italiano, que cayó después de recibir una derecha cruzada a la mandíbula; se levantó después de la cuenta siendo salvado por la campana. En el sexto, los cuidadores del aspirante lanzaron la toalla del abandono.

Después de un tira y afloja, la siguiente defensa de Hernández la realiza contra el canario Ramón García Marichal, aunque sería el promotor Julián de Abajo quien se hace con los derechos para montar la velada en Santa Cruz de Tenerife, con un presupuesto cercano a los tres millones de pesetas. Un millón trescientas mil pesetas para el campeón. El empresario dijo que montaba la pelea en Canarias para proteger a su boxeador.

El día 6 de septiembre de 1980 realiza la segunda defensa del título continental. Carlos Hernández retuvo el título al vencer por puntos al canario Ramón García Marichal; el combate se celebró en el Palacio de los Deportes de Tenerife y la recaudación fue de 2.300.000 pesetas. El árbitro fue el Sr. Ezquerra, con una asistencia de 6.000 aficionados que llenaron a rebosar el Polideportivo tinerfeño.

La pelea fue dominada desde el segundo asalto por el campeón, tirando al aspirante y siendo contado. También el aspirante fue derribado en el cuarto y quinto asalto de golpes en el hígado y cuando parecía que el combate se terminaba, el canario resistió los doce asaltos. El aspirante finalizó con un corte en la frente y la ceja izquierda abierta, pero aguantando los duros golpes del campeón. La pelea fue una defensa voluntaria y era la segunda después de recuperar el título.

En la tercera defensa volvió a salir al extranjero, concretamente a Marsala (Sicilia) el 12 de noviembre de 1980, y curiosamente los organizadores italianos Lorenzo Spagnoli y Rodolfo Sabbatini, fueron los mismos que organizaron la pelea de Nepi, donde Hernández revalidaría el título contra Liscapade. El aspirante Aristide Pizzo, pupilo del gran Umberto Branchini y uno de los grandes boxeadores italianos en ese momento, y los promotores italianos, habían preparado todo para que arrebatara el título a Hernández. Pizzo había sido campeón de Italia y había derrotado a todos los boxeadores a los que se había enfrentado, aunque había perdido el título dos años antes por dar antidoping.

Carlos Hernández, retuvo el título europeo al derrotar por KO en el séptimo asalto al italiano Pizzo. El combate se desarrolló con alternativas en los primeros asaltos; a partir del cuarto el italiano dio síntomas de cansancio y en el quinto Hernández derribó al aspirante, que terminó el asalto llevando la iniciativa. Pero en el sexto, Hernández comenzó una ofensiva castigando duramente al italiano, que capeó como pudo el asalto.

En el sexto, el italiano intentó llevar la iniciativa, pero Hernández le recibió con golpes durísimos que frenaron al italiano; en el séptimo le derribó y el árbitro francés señor Horn desgranó la cuenta completa sin que el aspirante reaccionara.

Para la cuarta defensa del título, los empresarios José García y Julián de Abajo tuvieron que barajar entre varios púgiles ranqueados en Europa. El italiano Cosimo Lavino y el francés Guy Cuadron, los primeros en las listas europeas, fueron eliminados debido a que sus respectivas federaciones no le dieron permiso, y entonces se propuso al extremeño Amalio Galán al que la EBU dio el consentimiento.

El combate se celebró en Valladolid el 31 de enero de 1981 y Carlos Hernández retuvo el título europeo al vencer por KOT en el decimoprimer asalto al derrotar al extremeño Amalio Galán, que no era aspirante oficial. El desenlace se produjo en el décimo asalto cuando un directo a la cabeza del aspirante le abrió una ceja. En el descanso el árbitro señor Ángel Ezquerra, viendo la gravedad del corte, llamó al médico y paró la pelea. El combate se celebró en el Palacio de los Deportes de Valladolid.

Para la quinta defensa le toca otro español, el mallorquín José Luis Vicho que disputaba en Palma el primer título europeo en la historia del boxeo balear. Elio Guzmán, apoyado por José García y Antonio Gutiérrez, organizaron la velada en el Palacio de los Deportes de Palma.

Una velada al estilo americano: luces que se apagaban y encendían, cañones que enfocaban el paso de los boxeadores a su salida. Algo poco visto en España. El combate se celebró el 14 de febrero de 1981.
Carlos Hernández revalida el título europeo al hacer combate nulo contra el mallorquín José Luis Vicho. El combate fue más emocionante que espectacular, y a partir del sexto los continuos agarrones deslucieron el combate, siendo amonestado el aspirante.

Al final, al ser declarado nulo el combate, el público que asistió en cantidad de dos mil personas aplaudieron el resultado. Las puntuaciones fueron: el árbitro del combate, Juan García Serrano dio 118-116 para Vicho, un juez de silla, Fernando Perotti 117-116 para el campeón Hernández y el tercer juez castellano Ángel Ezquerra 116-116. El peso de los dos combatientes fue de Hernández 57´850 kg y Vicho 58´200 kg. Vicho era el aspirante oficial nombrado por la EBU.