Daniel Pi
@BastionBoxeo
La sana competencia entre Vasiliy Lomachenko (11-1, 9 KO), Oleksandr Usyk y Oleksandr Gvozdyk ya comenzó en su época amateur, llevando a cada uno de ellos, miembros del equipo nacional ucraniano, a intentar ir más allá en sus logros y a tratar de superar a sus amigos, dejando así por el camino más de una decena de medallas para su país si se suman las conseguidas en Juegos Olímpicos y en campeonatos mundiales y europeos.
Este amistoso juego ha continuado en la etapa profesional, pudiendo verse meses atrás como el campeón unificado Usyk bromeaba diciéndole a Gvozdyk que su cetro interino WBC era una farsa, algo, no obstante, sucedido por el ferviente apoyo prestado desde el ringside por el rey del peso crucero y por Lomachenko en la victoria del nuevo monarca WBC del peso semipesado.
Para muchos el número 1 de todos los pesos es Lomachenko, así que sus amigos puede parecer que no tienen demasiado que reprocharle o con lo que provocarle, pero Usyk posee un logro que de momento a “Hi-Tech” se le resiste: unificar los cuatro títulos de una división.
Esto Lomachenko lo ha intentado alcanzar ya en el peso pluma y en el peso superpluma, pero al negarse a negociar con él los restantes campeones, muchos de ellos alineados con PBC, se ha truncado hasta ahora que pueda tener más de un cinturón de una misma categoría a la vez.
Dicha situación pretende cambiarla este sábado en el Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos), donde el campeón WBA del peso ligero Lomachenko se enfrentará al monarca WBO de la misma división, el puertorriqueño José Pedraza (25-1, 12 KO), duelo que contentará a todas las partes implicadas y que es el punto culminante de un plan trazado bastantes meses atrás por Bob Arum.
Y es que cuando Arum fichó a Pedraza, que deseaba volver a disputar un mundial, el presidente de Top Rank cumplió su deseo y lo emplazó a un combate ante su ya compañero de escuadra Raymundo Beltrán, que estaba viendo su rendimiento diluirse. De ese modo, con el triunfo ante el mexicano, Pedraza logró el nuevo cinto que buscaba, mientras que Arum tuvo coronado a un púgil con más prestigio y mejor boxeo para situarlo enfrente de Lomachenko, miembro también de su equipo.
Por ello, a la vez que el cuantioso público puertorriqueño de la ciudad de Nueva York ve una unificación en la que participa uno de sus monarcas ante uno de los mayores exponentes del boxeo mundial y Pedraza logra el mayor combate de su carrera, Lomachenko, que sigue teniendo muchos problemas para encontrar rivales de nivel, disputa ante un campeón competente su primera unificación y Arum recoge las ganancias, empezando a preparar ya la siguiente etapa de su plan, consistente en realizar una triple unificación posteriormente ante el titular que salga del mundial IBF del peso ligero entre Isa Chaniev y Richard Commey.
Para que esto suceda, antes Lomachenko deberá batir a Pedraza, pero lo cierto es que no resulta aparentemente un objetivo ni mucho menos irrealizable. De hecho, el ucraniano partirá como favorito por amplísimo margen, ya que, si bien Pedraza cuenta con una ventaja en alcance de 14 cm (pero sólo 3 cm de altura) y una apreciable destreza en el boxeo en larga, Lomachenko posee una técnica mucho más profunda, variada e imprevisible, siendo capaz de, con sus constantes entradas y salidas, su aceleración súbita de los ritmos y sus continuos giros y diagonales, romper el esquema excesivamente convencional y un tanto conservador de su oponente.
Lomachenko marcó 61,000 kg en su paso por la báscula, dando 60,900 kg Pedraza, por lo que ambos están listos para este choque de monarcas del peso ligero (61,2 kg). El Lomachenko-Pedraza, el mundial Dogboe-Navarrete y una nueva pelea para el olímpico Teófimo López se televisarán en Estados Unidos por ESPN a partir de las 3:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora española.
