Si estos días comentábamos los planes de Chris Colbert (16-0, 6 KO), que veía a Leo Santa Cruz (37-2-1, 19 KO) como el trampolín definitivo hacia el título mundial superpluma, parece que los planes del mexicano son otros.

Santa Cruz realizó su última pelea contra Gervonta Davis (25-1, 24 KO) justo cuando terminaba octubre de 2020. En él, el mexicano puso en juego su título mundial WBA superpluma (además de otros campeonatos regulares de este devaluado organismo), que cedió ante el estadounidense, pero no el pluma. Sí, Santa Cruz era a la vez campeón mundial pluma y superpluma del organismo, y solo perdió uno de ellos.

Así las cosas, las ideas del Terremoto pasan por quedarse en su división natural del pluma y rentabilizar el título que le queda, en este caso con otra pelea espectacular a nivel de riesgo deportivo, algo que nunca ha rehuido el de Michoacán.

Por eso, algunos boxeadores con récord impoluto no llegan tanto al corazón del aficionado como otros, véase a este bravísimo azteca. El desafío sería enorme, unificar su corona WBA con la WBC de Gary Russell (31-1, 18 KO). Esperemos que el estadounidense, que mide como pocos sus presencias sobre el ensogado, acepte un combate que sería muy atractivo para el espectador.