Julio González

Tras la gran polémica del primer combate por el mundial ligero WBC que disputaron el norteamericano Mando Ramos y el español Pedro Carrasco, que recordábamos aquí en Espabox, se celebró el segundo combate ordenado por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en el Sports Arena de Los Ángeles (Estados Unidos) el 18 de febrero de 1972.

Fue presenciado por unos dieciséis mil aficionados que al final del combate protestaron el resultado del mismo, considerando que Carrasco había realizado un mejor trabajo que su compatriota Mando Ramos.

La pelea fue dominada desde el inicio por nuestro púgil que sólo en los asaltos finales pasó apuros ante la reacción de Ramos.
Los acuerdos de Monterrey (México) en los que se ordenaba una nueva pelea entre Ramos y Carrasco y que mandaba un árbitro neutral y un juez californiano y otro español se incumplieron al nombrar la organización jueces y árbitros californianos.

Dos de los tres jueces locales dieron el triunfo a Ramos, Lee Grossman 7-6 y John Thomas 9-5, mientras que Dick Young dio 8-5 a Carrasco.

Varios medios de prensa puntuaron mayoritariamente para Carrasco:
*Pasadena Star-News – 7-4 Carrasco
*L.B. Independent-Press Telegram 8-6 Carrasco y 9-5 Carrasco, según dos periodistas distintos
*UPI – 6-6, combate nulo
*AP – 7-7, combate nulo
*L.A. Times – 8-4 Ramos

Las declaraciones de los protagonistas fueron:
«Fue injusto, una terrible injusticia. No perdí esa pelea. Él nunca me dio un buen golpe, ni un buen golpe. No deseo quitarle nada. Es un gran luchador. Pero no perdí». Pedro Carrasco.

«Carrasco nunca me lastimó en absoluto. Es un boxeador excelente con mucho coraje y estaría dispuesto a pelear con él nuevamente». Mando Ramos.

Las bolsas fueron de 60.000 dólares para Carrasco y 53.000 para Mando Ramos. Para orientar a los lectores, 60.000 dólares equivalían a unos cuatro millones de pesetas de entonces, con los que podías comprar dos pisos de unos 100 metros cuadrados en el mejor barrio de Madrid. Ahora podría ser una bolsa de más de un 1,5 millones de euros.

El WBC ordenó un tercer combate que se celebró en Madrid el 28 de junio de ese mismo año.