Daniel Pi
@BastionBoxeo

Este lunes, último día del año, en el resort Wynn Palace Cotai de Macao (China) se ha desarrollado el último gran evento boxístico de la temporada 2018, en el cual tuvieron lugar tres campeonatos mundiales que dejaron dos nuevas coronaciones y una defensa exitosa.

En el combate que abrió la retransmisión de la cadena japonesa TBS, el excampeón del peso mínimo Hiroto Kyoguchi (12-0, 9 KO) (en la foto) se proclamó monarca mundial en una segunda división batiendo al titular WBA del peso minimosca, y también campeón en dos categorías, Hekkie Budler (32-4, 10 KO), que tras ser muy castigado y ver que no tenía posibilidades de vencer a los puntos decidió, acertadamente, que era mejor proteger su carrera abandonando en el descanso entre el décimo y el undécimo asalto.

En el primer tramo Budler lo hizo muy bien, apoyándose en su experiencia para, con entradas y salidas, neutralizar el despliegue de su rival con largas combinaciones. Con todo, las andanadas de rectos o curvos del sudafricano terminaron por ser descifradas por Kyoguchi que, en lugar de intentar igualar la frecuencia de su oponente, optó por escoger precisos y aislados golpes de poder, especialmente con ganchos zurdos al hígado.

Así fue debilitando a Budler, que tras ceder el centro del ring fue crecientemente golpeado por temibles golpes en uppercut zurdo, croché diestro, uno-dos y hook al torso, puños que terminaron por quebrar la resistencia del duro excampeón unificado.

Dado que accedía como número 1 del ranking a este mundial, y en teoría como aspirante oficial, Kyoguchi no debería tener que preocuparse por su defensa obligatoria por el momento, quedando el camino libre para que dispute alguna puesta en juego voluntaria con la que preparar su planeada unificación ante el número 1 de la categoría Ken Shiro, combate que de realizarse sería verdaderamente extraordinario.

Tras este combate la emisión de boxeo se interrumpió, emitiéndose el programa Sasuke, conocido en España como Ninja Warrior, en lugar de televisarse el campeonato IBF del peso mosca entre el monarca sudafricano Moruti Mthalane (37-2, 25 KO) y el retador japonés Masahiro Sakamoto (13-2, 9 KO), que será ofrecido por TBS en diferido a finales de enero.

En este duelo se impuso Mthalane por KOT en el décimo asalto, ya que la esquina de Sakamoto optó por detener un choque en el que su púgil iba muy por detrás en las cartulinas y en el que su rostro se había inflamado por las poderosas manos del titular. En cualquier caso, según se informa a pie de ring, el japonés ofreció un gran esfuerzo, peleó con bravura en la distancia corta y obligó a trabajar al veterano Mthalane, que en su próxima pelea se enfrentará a su retador obligatorio IBF, siendo actualmente el número 1 Komgrich Nantapech y el número 2 Masayuki Kuroda.

Finalmente, el último mundial del año fue por la corona vacante WBO del peso supermosca, encuentro en el que se vieron las caras los coaspirantes Kazuto Ioka (23-2, 13 KO) y Donnie Nietes (42-1-5, 23 KO) y del cual salió como nuevo poseedor de ese título, con cierta polémica, el filipino Nietes, que por decisión dividida en un igualado y estupendo enfrentamiento logró situarse como campeón en una cuarta división tras serlo en el peso mínimo, en el minimosca y en el mosca.

Las puntuaciones fueron de 112-116 a favor de Ioka (muchos le vieron vencer) y de 116-112 y 118-110 a favor de Nietes, siendo la última de las tarjetas verdaderamente nefasta, ya que no hay ningún observador imparcial que pueda darle únicamente dos asaltos al japonés, de modo que su responsable, el juez Levi Martínez, no se merece que los Reyes Magos le traigan ni siquiera carbón.

El choque dejó un poco de todo, con buen uso de los jabs en larga, ágiles desplazamientos y plásticas esquivas, intenso trabajo en la distancia media y durísimos cruces de golpes en la corta, con asaltos verdaderamente igualados. No obstante, la diferencia era marcada en algunos episodios por la claridad y potencia de golpeo de Nietes, sobre todo a la contra, y en otros por la frecuencia y la constancia de Ioka. Lejos de contentarse con dejar la pelea deslizarse hasta la conclusión en la regularidad, ambos boxeadores buscaron la forma de intentar decantarla con ajustes tácticos, pero ni estos ni un ligero bajón de rendimiento del filipino pudieron quebrar un choque disputado, variado y entretenido.

Seguramente, ya que este campeonato tuvo cierta carga de polémica antes de su disputa por haber sido ordenado en lugar de una revancha inmediata entre Nietes y Palicte (que empataron en agosto en combate por el mismo título vacante), el nuevo titular tenga que disputar su siguiente pugna ante el ganador de una eliminatoria final el 31 de enero entre el citado Palicte y el puertorriqueño José Martínez, si bien “Chocolatito” González es un muy posible rival para el futuro próximo.