Manuel Valero
@Manu_Valero

El púgil vasco Kerman Lejarraga (23-0, 19 KO) reafirmó en el Pabellón Municipal de Castro Urdiales (Cantabria) su etiqueta de firme promesa del boxeo español, superando frente al panameño Azael Cosio (20-6-2, 17 KO) sus momentos más difíciles como boxeador profesional hasta la fecha. El de Morga utilizó su potente izquierda en los primeros compases para tratar de abrir espacios para conectar su derecha, haciendo gala de un buen encaje el canalero. Curtido en peleas por todo el continente americano, Cosio espero su momento para inquietar al de MGZ Promotions, que se fue a la lona tras recibir un golpe cerca de la nuca. La falta de decisión del árbitro, que no contó a Lejarraga, fue aprovechada por el panameño, que propinó un golpe claramente ilegal al español.

Visiblemente afectado por la mano encajada cuando estaba desprotegido, un cabreado Lejarraga arriesgó en exceso quedándose a intercambiar golpes. «Ten paciencia, que lo vas a noquear», dijo el entrenador asturiano Óliver Sánchez a Cosio en el rincón antes de que comenzase el tercer asalto. El visitante se creció y fue a buscar la victoria antes del límite, volviéndose en su contra la estrategia planteada. El vasco no dio un paso atrás, a pesar de las hemorragias que presentaba en la nariz y debajo del ojo derecho, desatándose una tormenta de golpes en el cuadrilátero.
La poderosa pegada de Lejarraga permitió que se cambiasen las tornas, aguantando en pie contra las cuerdas un aturdido Cosio. Envalentonado, el de Morga dio un pequeño paso atrás, para apretar el gatillo y preparar una letal derecha que fulminaría al panameño. Inmediatamente la esquina del vasco estalló de alegría, desatándose la fiesta en el recinto. Tras su debut en Estados Unidos, Lejarraga hizo honor al lema que luce en su material, «Morir matando», noqueando a su rival cuando la pelea se le había puesto cuesta arriba, consiguiendo una emocionante victoria con las cámaras de GOL presentes para ofrecer en directo a toda España la pelea.

«El Revólver» tuvo que recibir varios puntos de sutura tras la pelea, por lo que queda prácticamente descartada su presencia en la velada que se celebrará el 5 de agosto en Benalmádena. En el horizonte aparece la disputa del título de España del peso wélter ante José Del Río el 11 de noviembre en Bilbao.

En el resto de combates profesionales de la noche, Haritz López De la Calle (3-0, 1 KO) reapareció con victoria ante el debutante bosnio Marko Dmitrovic (0-1), de 17 años de edad. Tras un igualado primer asalto, López De la Calle apretó el acelerador, deteniendo la pelea el árbitro. El de Erandio descuidó en exceso su defensa, frente al valiente Dmitrovic, que fue asistido en la esquina por el veterano entrenador cántabro Jesús Manuel Suárez «Gringo».

El riojano Jorge Vallejo (4-3, 3 KO) superó el trámite para poder disputar el título de España del peso superwélter, que se encuentra vacante, ante José Manuel López Clavero, derrotando en dos asaltos al también bosnio Davor Matic (0-5), que no dio sensación de salir a ganar el combate, agachándose de manera ilegal para evitar los golpes del de Oyón. Matic visitó la lona en el primer y segundo round, asalto en el que paró la pelea el árbitro. Pocas conclusiones pudo extraer «El Tiburón» ante este rival bosnio, que venía de encajar otro nocaut en el primero el sábado anterior, algo que a la Federación Cántabra se le pasó gravemente por alto.

El local Jon Míguez (1-0, 1 KO) inició con buen pie su carrera profesional, derrotando al barcelonés Javier Gilabert (1-2, 0 KO), quien a diferencia de Matic sí se ganó merecidamente su bolsa. De manera ordenada y golpeando tanto en el rostro como en el cuerpo de su rival, Míguez anuló al pupilo de Lin, deteniendo el árbitro el combate en el segundo asalto. La nueva perla de MGZ Promotions hizo gala de un gran trabajo con la mano adelantada, cumpliendo con las expectativas que había generado en el campo amateur. El de Castro Urdiales ha firmado un debut más brillante que el de Kerman Lejarraga, con quien se le compara, ya que el ahora aspirante al título de España necesitó agotar los cuatro asaltos para deshacerse de Jair Cortés allá por mayo de 2013.