Si la semana pasada vimos al autraliano Jason Moloney coronarse campeón del mundo por primera vez, esta semana no pudo hacer lo mismo su hermano gemelo, Andrew Moloney (25-3, 16 KO), ante la superioridad manifiesta del invicto japonés Junto Nakatani (25-0, 19 KO) que se corona campeón mundial de dos pesos, tras haber ganado tres WBO mosca y ahora el primer título WBO supermosca que se encontraba vacante tras abandonarlo el también japonés Kazuto Ioka.

El nuevo campeón estuvo espectacular anoche en el MGM de Las Vegas, contundente, ante un guerrero australiano como Moloney, compartiendo cartel con el Haney-Lomachenko. El zurdo nipón dominó la gran parte de los asaltos y derribó al australiano en el segundo, en el undécimo y a falta de veinte segundos del final del combate por la cuenta definitiva. Un magnífico croché de izquierda a la contra, posible candidato a KO del año, dejó varios minutos tumbado a Moloney.

En otros combates de la gala, el mexicano excampeón mundial Óscar Valdez (31-1, 23 KO) regresaba al ring tras su derrota contra Shakur Stevenson y venció al estadounidense Adam López (16-5, 6 KO) en un duelo a diez asaltos en el peso superpluma. Valdez fue superior pero no sacó partido al buen número de golpes lanzado, principalmente curvos. López estuvo firme aunque perdió claro por 98-91, 98-92 y 97-93, en un combate que no fue el mejor de la carrera del mexicano.

Y el invicto estadounidense Raymond Muratalla (18-0, 15 KO) consiguió otro rotundo KO ante el namibio Jeremia Nakathila (23-3, 19 KO) en un combate pactado a la distancia de diez asaltos en el peso ligero. Un derechazo recto en el segundo asalto hizo tambalearse al africano, que se refugió en las cuerdas y recibió las combinaciones definitivas que obligaron al árbitro a parar la pelea.