Díaz y Gurría, tras el combate

Anoche en Alcalá de Guadaira se disputaba el título intermedio de la EBU, el Silver, del peso superwélter, que estaba vacante. Los coaspirantes españoles Óscar Díaz y Ezequiel Gurría lucharon por él a doce asaltos y el triunfo en el octavo asalto fue para el local Díaz, con parada arbitral polémica.

Hemos hablado con el zaragozano Gurría al respecto. «El combate lo comencé dominando y de hecho en el segundo asalto con un croché le derribé. A partir de ahí controlé la pelea en mi distancia y sin precipitaciones».

Unos asaltos después, Gurría lo pasó mal. «En el quinto asalto, Díaz me cazó abajo y me hizo daño, aunque no se dio cuenta y pude salir del apuro».

La polémica surgió en el octavo asalto. «En el octavo asalto, un golpe cerca de la zona trasera de mi cabeza me hizo trastabillarme, me hizo algo de daño, pero me refugié en las cuerdas, estaba bien cubierto y no solo no recibía duros golpes, sino que yo contragolpeaba. En un combate de este calibre no se puede parar así una pelea, yo estaba bien tapado».

Ezequiel no está de acuerdo. «Yo le había tirado en el segundo, no estaba tocado, el árbitro belga Philippe Wouters se precipitó».

Pero quiere olvidar este percance. «Ahora a desconectar, a estar con la familia y a ver qué hacemos, hablaré con mi equipo. En la revancha me tocará a mí».

Mucha suerte para el bravo púgil maño.