Daniel Pi
@BastionBoxeo

Aunque el combate estaba calculado por parte de Top Rank para que su boxeador se coronase, al fin, al capturar el cinto vacante WBO del peso ligero, Raymundo Beltrán (35-7-1, 21 KO) padeció muchísimas más complicaciones de las previstas para hacerse con una victoria por decisión unánime ante el namibio Paulus Moses (40-4, 25 KO), que superó las expectativas de tal modo que muchos consideran que incluso pudo merecer la victoria. En cualquier caso, existe consenso en valorar que las tarjetas de doble 117-111 (la restante fue de 116-112) son realmente excesivas y que si “Ray” mereció el triunfo fue por un pequeño margen.

El enfrentamiento fue bastante duro, con una multitud de duros intercambios de golpes en la distancia media y corta, motivo por el que las lecturas de la pugna resultaron diversas. Además, los dos boxeadores padecieron cortes, en el caso de Beltrán en ambos párpados, agravando la dificultad de un choque en el que la condición física resultó un elemento central.

En el primer tramo, Beltrán se puso en camino de imponer su fortaleza, frecuencia y ritmo, llegando con potentes combinaciones de ganchos arriba y abajo y claras derechas, pero el veterano Moses aguantó los envites contestando con extrema firmeza, si bien en el quinto round se vio llevado a las cuerdas. Con todo, el africano replicó de tal modo en ese mismo episodio que con un uppercut diestro dejó tocado a Beltrán. En adelante la pugna se intensificó, llegando Moses a tomar la iniciativa y a presionar al duro peleador nacido en Los Mochis.

Quizás el momento más crítico del ahora monarca mundial llegó en el noveno episodio, cuando una derecha recta lo dejó seriamente afectado, viéndose expuesto al posterior castigo del visitante. Pasados estos instantes decisivos, con todo, Beltrán se rehizo y aprovechó el cansancio acumulado en su rival para realizar una contraofensiva con hooks en corta, concluyendo finalmente la pugna en un igualado e intenso duodécimo asalto.

Pese a que quedan todavía dos años para que su visado expire, aunque está claro desde hace meses que se le va a conceder la residencia permanente en Estados Unidos y si bien su futuro desde el punto de vista económico está asegurado, Beltrán siguió explotando junto a su promotor la historia de su supuesta lucha desesperada por la subsistencia, que ahora apunta a una nueva fase por el establecimiento de un nuevo objetivo: Vasyl Lomachenko.

Con Top Rank atascada en sus negociaciones para el choque en el peso ligero entre el ucraniano y Jorge Linares, debido a disputas entre las promotoras de ambos respecto a la fecha apropiada para el combate, y con Bob Arum teniendo firmado que Lomachenko combatirá el 12 de mayo en un evento televisado por ESPN, Beltrán surge como una perfecta segunda opción para éste, dado que ambos son compañeros de escuadra y “Hi-Tech” podría lograr ante él un campeonato en el peso ligero. Así, se ha comenzado a poner en marcha una modificación de la historia de superación de Beltrán vendida a las cadenas estadounidenses: ahora el púgil que tuvo que padecer para conseguir la residencia en Estados Unidos y que se conformó inicialmente con ser sparring de Pacquiao, podría cumplir el sueño americano no solamente logrando los papeles y una corona mundial, sino enfrentándose al número 1 de todos los pesos.