Darío Pérez
@Ringsider2020

Cuando Brian Rose vino a pelear en Barcelona frente a López Clavero, buscaba un último impulso a su carrera. Tras su victoria y su buen combate ante el no menos competitivo español, su mánager Kieran Farrell era consciente del cartel de Rose, y aseguraron una oportunidad con Matchroom.

La idea era poner a Rose como prueba ante una de las promesas norteamericanas de la compañía, algo que ya se había buscado con el rubio Nikita Ababiy, algo que Rose nos contó en su entrevista. Finalmente, la oportunidad soñada llegó al firmar un contrato para enfrentarse a Austin «Ammo» Williams (8-0, 6 KO), cuyo último combate data de tan solo hace mes y medio.

La pelea se daría en la cartelera de Canelo y Billy Joe Saunders, aunque fue pospuesta a la velada entre Haney y Linares, unas semanas después. Mucho nos sorprendió cuando esta semana salía íntegramente la serie de duelos previos al del estadounidense y el venezolano: Williams-Rose no estaba entre ellos, pese a asegurarnos tener el combate firmado desde el entorno del británico.

Tenemos respuesta, y es que Ammo Williams parece que ha solicitado a Eddie Hearn, su promotor, abandonar la práctica activa del pugilismo porque no «ya no se encuentra en condiciones de pelear». Al menos, esas fueron las razones que se adujeron para suprimir su pugna ante Rose, a quien Eddie Hearn ha prometido intentar dar una nueva oportunidad.

Señalan que, en unos días en los que es un asunto de gran actualidad por Ryan García, son problemas de salud mental los que han retirado a Austin Williams del deporte, no sabemos si temporal o definitivamente. En las últimas horas, el de Milwaukee ha colgado un vídeo en sus redes sociales en el que profiere graves insultos contra Hearn, con palabras irreproducibles y un tono de voz francamente preocupante.

Williams fue un destacado púgil amateur y un excelente deportista antes de comenzar con el boxeo. Un púgil agresivo y de buena técnica.

Por su parte, Brian Rose ha admitido estar «desolado» por no poder cumplir su sueño de infancia de pelear en Las Vegas, lamentando el dinero que le está costando la preparación, aunque ha respetado la situación de quien iba a ser su contrincante, ya que él mismo tuvo problemas relativos a la mente en relación al boxeo, por lo que está «muy decepcionado, pero no puedo decir demasiado al respecto, ya que en cierto modo también siento empatía por su situación».