Darío Pérez
@Ringsider2020

Brian Rose (Birmingham, Reino Unido, 1985) estará el 20 de marzo peleando en España. Se enfrentará al excampeón nacional José Manuel López Clavero a seis asaltos en Badía del Vallés (Barcelona), dentro de una velada organizada por Team Solé y Gallego Prada.
Púgil querido en su país natal y con una extensa carrera en la que ha sido Campeón de Inglaterra, Campeón de Reino Unido y retador mundial de Demetrius Andrade, recibe a ESPABOX para que la afición española le conozca en su faceta boxística y humana.

-Hola, Brian. ¿Cómo estás?
-Buenas tardes, todo bien, listos para charlar.

-Para empezar, ¿podrías contarnos cómo son tus primeros pasos en el mundo del boxeo?
-Comencé con el boxeo a los nueve años; yo era un niño travieso, rebelde, y mi padre me llevó a un gimnasio. Se me daba bien… y ya a los doce estaba representando a Inglaterra en una competición contra Alemania.

-Entonces, pese a hacerte profesional con solo 20 años, tuviste una larga y próspera carrera dentro del boxeo amateur.
-Sí, hice unas noventa peleas. Además de seis campeonatos nacionales, como parte del equipo inglés peleé en Alemania, Francia, Dinamarca o India (de lo que tengo un gran recuerdo). Nunca lo hice en España, por desgracia. Es curioso cómo me recorrí tantos sitios en el boxeo aficionado y en el profesional siempre he peleado en mi país, excepto para el título mundial en Nueva York y ahora, que por fin lo haré en España.

-A pesar de representar a tu país y luchar por todo el mundo, te haces profesional en 2005. ¿Cómo lo recuerdas?
-Fueron varias cosas, una final de la ABA (Amateur Boxing Association) en la que perdí creo que injustamente y tener que esperar otros cuatro años para un nuevo ciclo olímpico. Podía sentarme y esperar ese tiempo o cumplir uno de mis sueños, ser boxeador profesional.
La alternativa para mí en la vida era trabajar junto a mi padre y mi hermano como pintor e interiorista, pero no me acababa de gustar la idea.
Los ciclos olímpicos a veces son duros, dependiendo de las circunstancias…
Efectivamente, yo podía haber esperado a los siguientes juegos, pero nadie te garantiza que después de ese tiempo vayas a conseguir estar en el equipo e ir a la competición, por lo que creo que hice lo correcto.

-Empiezas como profesional, y tienes un récord de trece victorias y un empate. Llega tu primera opción de título, Área Central de Inglaterra, ante Jason Rushton. Fue tu época más complicada como boxeador tras el combate pese a ganar el cinturón, tanto que en tu siguiente pelea perdiste antes del límite. ¿Podrías recordar lo ocurrido?
-Por supuesto. Aquí en Inglaterra te lo puede decir todo el mundo, y tengo grandes amigos como Anthony Crolla, soy un buen chaval y buen deportista. Entonces, cuando lesioné de gravedad a Jason Rushton (llegó a estar en coma y tiene secuelas) fue muy duro; yo no estoy en este deporte para herir a nadie, solo quiero ganar o noquear, pero nada más. Y me aparté del boxeo un año, muy afectado, porque me culpaba de la situación que le había provocado a un compañero, incluso en lo familiar. Cuando volví, no tenía la cabeza como debía y me noquearon.
Necesité reconstruirme en todos los sentidos, vi a una psicóloga y me recuperé poco a poco, lo fui superando. Ahora mismo, ya lo veo de otra manera y entiendo que, si no le gano a mi rival, el que puede sufrir una lesión grave quizá sea yo.
Algo así te enseña mucho en el boxeo y en la vida, aunque lo pasases mal.
Aprendí muchísimo de ello. Es mi naturaleza, soy una persona buena, no soy el típico matón o alguien como Mike Tyson que salía a matar a sus rivales; yo quiero ganar, pero no quiero que ello resulte en un daño para el otro boxeador.

-Como dices, te recuperaste de aquel episodio tan duro, y pudiste ser Campeón de Inglaterra, Campeón de Reino Unido con varias defensas exitosas, títulos intermedios WBO y, finalmente, aspirante oficial al mundial de Demetrius Andrade. ¿Son tus mejores años?
-Completamente. Todo es cuestión de confianza; yo iba paso a paso, gané el título británico cuando se supone que no lo obtendría, me enfrenté a Prince Arron y vencí. En ese momento, fue una sorpresa para casi todo el mundo, pero pude defenderlo tres veces, lo mantuve. Estaba viviendo un sueño. Noqueé a grandes púgiles como Vivian Harris y Joachim Alcine, que fue campeón del mundo. A veces, estaba tan asombrado que no me creía lo que estaba viviendo, sobre todo cuando vencí a Javier Maciel (una pelea que pudo caer de cualquier lado) para ser aspirante oficial al título del mundo.
Como te digo, todo esto era increíble, porque yo ya era feliz ganando el título británico, no me veía llegando a un campeonato mundial. Era el segundo del mundo, el aspirante oficial…

Andrade-Rose

-¿Y de qué modo llegaste al combate? De Andrade, podemos decir que no es un mero campeón mundial, es una estrella y hoy, más de seis años después de vuestra pelea, sigue imbatido. ¿Cómo fue para ti la preparación y la propia pelea, donde quedaste un poco lejos de su nivel?
-Fui con mucha confianza, de verdad que fui con la idea de ganar, porque no puedes ser boxeador e ir a una pelea pensando que no vas a salir con el brazo en alto. Sin embargo, cuando llegué allí y me empezó a pegar, pensé: “Mierda, igual me equivoqué” (ríe). La diferencia es que él era campeón mundial amateur, un talento universal, y yo era campeón nacional, simplemente un buen amateur. Al final, hay que ver la realidad: no podía ganar ese combate porque él era mejor boxeador que yo.
Pienso que di todo y lo hice lo mejor que pude, aunque siempre hay algo como de miedo escénico al verte en esa gran situación donde nunca te habías encontrado.

-¿La preparación y previo fueron adecuados? Simplemente, por lo que nos dices, crees que él era un nivel de boxeador superior al tuyo. Otro escalafón. Muy honesto verlo así.
-Todo fue muy bueno antes del combate, pero soy un boxeador honesto, y también como persona. Además, nunca se me han dado muy bien los zurdos. ¡No deberían dejarles boxear! (ríe a carcajadas).
Tras la pelea contra Andrade, estos últimos años han sido de altibajos, combinando victorias y derrotas, en varios de ellos solo peleas una vez y 2020, por la pandemia, sin aparecer sobre el ring. ¿Qué balance haces de esta última época hasta la actualidad?
La verdad es que nunca he pensado en la retirada. Sé que tengo 36 años, quizá me queden uno o dos años, y creo que empiezo ahora mi último empujón, mi último intento de ver hasta dónde llego. La poca actividad se debe a tantos años de boxeo, y creo que mi cuerpo necesitaba un poco de descanso, bajar el ritmo en general, el puente de la nariz siempre me ha dado problemas, etc.
Pero ya te digo que nunca he pensado en dejarlo estos años, siempre sé que volvería a una actividad intensa y seguida. Con este descanso, creo que he recuperado frescura, el cuerpo responde mejor que nunca. Creo que siempre he estado bien preparado, no sé si al 100%, pero voy a España con todas las garantías.

-Podría decirse que la pandemia al final te ha ayudado en ese sentido, pese a todo el mal que ha traído al mundo en general.
-Claro, viendo ese punto de vista de descansar el cuerpo, sí. Ha sido duro, mentalmente ha sido terrible para todos. Soy afortunado, y me entenderás si tienes hijos, de haber estado confinado con mi familia, tengo a mi mujer y tres hijos, y pienso en quienes han pasado todo esto viviendo solos. Si a mí me ha afectado, ellos habrán sufrido muchísimo y es una pena.

-Vamos con lo que está a la vuelta de la esquina. Año y medio después de tu última pelea, te llega la oportunidad de venir a España. Suponemos que fue inesperado, pero aquí te veremos el día 20 de marzo. ¿Cómo va el proceso de preparación para la cita de Badía del Vallés?
-Estoy emocionado, es una gran oportunidad y tengo muchas ganas de vivir la experiencia. Ya te dije que, como profesional, solo he peleado fuera de Reino Unido en Nueva York, y ahora quiero conocer cómo es la gente española, aunque ya sé todo el tema de las restricciones y que será difícil que haya público en la velada.
Sobre mi preparación, estoy ya más o menos a punto. He estado a punto de pelear recientemente un par de veces, pero se cayeron los combates. Por ejemplo, casi estuve en Estados Unidos contra Nikita Ababiy en una velada de Matchroom o ante Scott Fitzgerald, campeón británico, pero al final se cayeron las peleas. Y Kieran (Farrell, su mánager) me ofreció lo de España, y acepté al momento, le dije: «Claro que sí, pelearía donde fuese, no me importa ni lo que me paguen, yo ahora necesito pisar ring, rodarme». Ahora soy un boxeador inactivo, necesito una pelea y ganarme para volver a ser boxeador y estar en las clasificaciones. Deseo volver a tener una gran pelea en el futuro.


-¿Sabes algo sobre tu rival español, José Manuel López Clavero?
-No demasiado. Sé que solo le han vencido muy buenos boxeadores, que no se rinde nunca y es complicadísimo de vencer antes del límite, así que seguro que tiene buena mandíbula para encajar. Lleva más o menos el mismo tiempo que yo sin pelear y tiene mi edad. Creo que le gusta boxear desde lejos, tiene un buen jab y eso me parece que se adapta bien a mi estilo.

-¿Qué combate esperas entonces, o cuál preferirías? Más de distancia que una guerra, parece.
-A mí no se me conoce como un gran pegador, y tampoco salgo a intentar noquear a toda costa. Si llega el KO, iré a casa feliz, pero la idea es, tras año y medio parado, salir a hacer asaltos e intentar ir ganándolos. No me iría tampoco mal para el futuro consumir los seis rounds.

-Antes nos dijiste que te quedan uno, quizá dos años. A tus treinta y seis primaveras, ¿Qué aspiraciones tienes para ese boxeo que aún te queda en el cuerpo?
-Si te soy sincero, me queda boxeo probablemente hasta que me derroten de nuevo (ríe). Sé que me queda gasolina en el depósito como para todavía hacer grandes cosas. Aún puedo vencer a muchas promesas en Inglaterra, puede que para ser Campeón de Europa y, en fin, nunca se sabe. Quizá mis días como aspirante a ser campeón mundial ya pasaron, pero cosas más extrañas han ocurrido en el boxeo.

-Además del boxeo, ¿Qué aficiones tienes?
-El fútbol, me encanta e incluso prefiero ver fútbol antes que boxeo, tal vez porque tantos años con boxeo a todas horas… Y también me gusta mucho jugar a fútbol.

-País muy futbolero también el nuestro. ¿Lo habías visitado antes?
-He ido unas cuantas veces a Marbella, pero nada que ver con el boxeo ni con entrenar. Más bien a tomar unas cuantas cervezas (ríe).

-Pues te damos la primera bienvenida a España y la palabra para cerrar la entrevista. Como ya sabes y recordamos a los lectores de ESPABOX, la plataforma FITE emite la velada del 20 de marzo en Badía del Vallés, así que tanto en nuestro país como en el tuyo podremos ver tu pelea ante López Clavero.
-Solo quiero decir que agradezco la oportunidad de estar ahí, especialmente en tiempos de pandemia, y mostrar mis habilidades. También quiero conocer al público español, aunque sea limitado o solo alrededor de la velada. Y aprecio también vuestro apoyo con este encuentro.

Pues pronto nos vemos por España. ¡Buena suerte!