Warrington-Lara

Darío Pérez
@Ringsider2020

Anoche en Leeds nos encontramos con una de esas galas que prometía mucho, con cinco grandes envites sobre el papel, que terminó siendo altamente decepcionante para los aficionados que esperaban degustar un espectáculo memorable.

La pelea principal de la noche, esperada durante medio año tras la sorpresa de febrero, enfrentó al héroe local, Josh Warrington (30-1-1, 7 KO) contra el mexicano Mauricio Lara (23-2-1, 16 KO), su verdugo el pasado febrero. Fue un gatillazo en toda regla. Ya durante el primer asalto se vio que Warrington tenía planeado mantener la distancia y boxear en movimiento, pero sin renunciar a ir a la corta en algunas ocasiones para sorprender al mexicano; el problema, lo hacía con la cabeza frontal y avanzada, cual ariete para abrir un castillo medieval. Warrington fue «Guarrington».

Tras varias quejas de Lara por cabezazos sin que el nefasto árbitro Steve Gray, que se hizo famoso por devolver la toalla a la esquina de un quebrantado Lewis Ritson, amonestase y quitase un punto a Warrington, en uno de ellos se abrió la parte superior del ojo del visitante de una manera brutal, lo que provocó que no se pudiera continuar y el combate se declarase como nulo técnico. Una pena, pero no producto de la casualidad, sino de un tercer hombre poco reactivo para no ir contra el deportista local. Y la British Boxing Board of Control le seguirá poniendo en eventos importantes…

En la pugna coestelar, a su vez valedera para los cuatro cinturones del peso ligero femenino, la gran Katie Taylor (19-0, 6 KO) se impuso a la norteamericana Jennifer Han (18-4-1, 1 KO). Taylor fue muy superior a su rival, pero no fue uno de sus mejores combates pese a derribar a Han, que llegaba de año y medio sin pelear, una maternidad y subiendo de peso. Esperemos, por las buenas noches que nos ha ofrecido y la leyenda que es la irlandesa, que no le empiecen a pesar unos 35 años que no deberían implicar declive a una excelente deportista que no ha recibido excesivo castigo en su trayectoria pugilística. En cualquier caso, su defensa siguió estando en un gran nivel y quizá no quiso arriesgar en exceso pensando en, como decimos, alargar su carrera y esperando oponentes más peligrosas. El mejor momento de la actuación de la irlandesa ocurrió en el octavo round, cuando, entre agarrón y agarrón de Han, pudo conectar varios golpes que acabaron con esta última en el suelo, aunque pudo recuperarse al estar próximo el toque de campana. Consumidos los diez asaltos, los oficiales dieron su veredicto, algo que sería la tónica de toda la noche de Leeds. Katie Taylor mantuvo sus cintos y su imbatibilidad con puntuaciones de triple 100-89.

Antes de los dos combates principales, el peso wélter Conor Benn (19-0, 12 KO) hizo su trabajo contra el azteca Adrián Granados (21-9-3, 15 KO). Benn comenzó un poco precipitado, buscando el KO con sus primeras manos como hizo con Samuel Vargas en su anterior pleito. Ello le olvidó a olvidar el trabajo y tratar de acabar las hostilidades sin preparación previa, algo muy complicado en el boxeo a estos niveles y que le hizo recibir más castigo en forma de contraataques del que debería haber soportado con un planteamiento más gradual. Al avanzar la pelea, con el británico ganando la mayoría de parciales por un tema de calidad, Granados empezó a mirar al público constantemente en actitud reivindicativa, siendo generosos en el adjetivo, y Benn a citar a su rival como si en otro tipo de evento estuviéramos, lo que deslució en parte varios momentos de lo que se presumía un combate de mucha más acción. Benn deberá repensar su estrategia en citas futuras, ya que ganó por volumen de manos, diferencia de nivel y poca precisión de Granados, pero tuvo un desempeño inferior al de anteriores ocasiones. Los jueces dieron ganador al local por decisión unánime: 99-91, 100-90 y 97-93.

El británico Maxi Hughes (24-5-2) batió al mexicano Jovanni Straffón (24-4-1, 17 KO), con una actuación excelsa que confirma al local como un púgil en el mejor momento de su carrera a sus 31 años al sumar cinco triunfos consecutivos. Se desarrollaron los doce asaltos en la distancia y al ritmo de un Hughes muy evolucionado defensivamente sobre periodos anteriores de su vida deportiva, recibiendo pocas manos de alguien con tanto peligro como Straffón. Las cartulinas de los jueces fueron apabullantes, 120-107, 120-107 y 119-109. Dos jueces puntuaron el quinto asalto 10-8, ya que Straffón estuvo muy dañado, aun sin caer, en gran parte del quinto round.

La australiana Ebanie Bridges (7-1, 3 KO) venció con apuros a Mailys Gangloff (5-3,2 KO) en un combate donde la francesa, tras unos inicios con apuros, fue a más y comenzó a ganar en precisión y volumen de golpes, con una segunda mitad de los ocho asaltos muy superior para la europea. El árbitro Steve Gray determinó 77-76 a favor de Bridges, que presentó después en redes sociales una mano con una inflamación que indica una probable lesión seria. La puntuación fue casera, pero en el límite de lo aceptable.