Carlos Utrilla
@CJBoxing
Foto: Carlos Arróspide
El emergente boxeo español consiguió anoche dos nuevos triunfos en el plano internacional en velada celebrada en un prácticamente lleno pabellón Amaya Valdemoro, del Complejo Polideportivo José Caballero, en Alcobendas (11/12).
Ángel Moreno se proclamó campeón de la Unión Europea del peso mosca, en el que posiblemente haya sido el mejor combate de su carrera hasta la fecha (con permiso de aquel campeonato nacional gallo disputado frente a Iván Ruiz). El vallecano primero dio espectáculo fuera del ring, con una apoteósica entrada basada en la Prehistoria y con dinosaurio incluido.
Después, en el cuadrilátero, continuó la exhibición. Desde el principio el rival, el italiano Pio Antonio Nettuno, buscó ir hacia adelante, lo que permitió ver una pelea muy entretenida donde se impuso la calidad del madrileño. El italiano se mostraba agresivo y Moreno aceptaba el juego, no importándole pararse a intercambiar, lo que llevó a que en diferentes acciones las cabezas se rozaran. El árbitro Sr. Jankowiak no indicó durante los asaltos que se produjera cabezazo alguno.
A pesar de ello, ambos boxeadores parecían presentar heridas, siendo de mayor consideración la de Nettuno sobre la ceja derecha, que en el tercer round ya era claramente visible. Sin embargo, en los dos siguientes ese ojo se cerraría por el ataque desenfrenado del español: jab tras jab, derecha recta tras derecha recta, el vallecano fue golpeando el ojo derecho de su oponente quien, valiente, seguía hacia delante.
Al comienzo del 6º llegó el caos. El árbitro llamó al médico y este examinó al transalpino, que quería seguir en la pelea. Tras unos minutos, en los que el español esperó en su rincón de pie, Jankowiak decretaba que no se continuaba pero se dirigió a la mesa para hablar con el supervisor; instantes después decidía que había existido un cabezazo y que la herida fue inicialmente causada por el mismo, por lo que había que acudir a las tarjetas. Estas más o menos estaban claras, dada la manifiesta superioridad del nuevo campeón: 50-44 y 49-46 (dos veces) permitían al boxeo español sumar un nuevo título.
En el combate de fondo, Nicolás González tuvo que batallar duro para poder imponerse al invicto Dennis Dauti (en la foto, con las banderas). En la previa hablábamos de que el griego afincado en Suiza era una incógnita y en todo momento se mostró como un duro escollo. Desde el inicio, y dada su importante ventaja de envergadura, lanzó el jab de manera continua para incomodar al madrileño, mientras que la derecha aguardaba su momento.
Pero sería “Nico” González quien primero sacara a relucir su potencia. Una izquierda buscando el hígado seguida de una de sus características derechas de abajo hacia arriba, mandó a su adversario a la lona. Dauti se levantó y aguantó ese primer round como pudo, para en el segundo volver al guion: mucho jab, mucha movilidad y a partir del 3º, confiado, quedarse en algún intercambio. El español se mostró inteligente en la esquiva, especialmente flexionando piernas para que la izquierda del griego pasara por encima; no estuvo tan bien a la hora de mover la cabeza para quitarse los golpes rectos, que acabarían por llegar hacia el final de la pelea.
A partir del 5º round, quizá por el cansancio, Dauti comenzó a sacar menos el jab aunque seguía moviéndose para no ser blanco fácil de “Nico”, quien parecía tener el control pese a que no lograba llegar con combinaciones claras ante un adversario incómodo. En el 7º, una mano al cuerpo fue notada sobremanera por el visitante, que tuvo literalmente que huir durante un minuto para coger aire y poder terminar el round atacando.
A partir del 8º, y cuando creíamos que el asalto anterior podría afectar al púgil griego, el combate cambió. “Nico”, que había buscado a su rival y fallado varias manos en su intento de presión, empezó a mostrarse algo más cansado, lo que Dauti aprovechó para dominar con golpes rectos: si bien no llegaba con rotundidad, sí parecía llevar la mejor parte. También el madrileño contó con la aparente tranquilidad que da conocer que en las tres tarjetas iba delante con un importante colchón al finalizar el 8º (el Consejo Mundial de Boxeo tiene puntuación abierta tras el 4º y el 8º).
Al final, Nicolás González conseguía revalidar su título WBC Mediterráneo del peso superligero con anotaciones de 96-94, 96-93 y 97-92. Una de esos combates que hacen mejorar y ayudan a crecer a un púgil.
En los otros dos combates de la noche Jon Fernández ganaba por KO en el 1º a Anzor Gamgebeli. El vasco culminó una combinación con un golpe al hígado que fulminó a su adversario. Eric Pambani, por su parte, se deshizo de Pepi Perov por KOT en el 2º. El búlgaro dejó demasiados huecos para un hombre de la clase de Pambani, que en el 1º ya le mandó dos veces al suelo de manera espectacular. Tras caer nuevamente en el 2º, el árbitro paró la pelea. El público de Madrid, siempre entendido, despidió a Perov con aplausos porque otros no hubieran hecho por levantarse de la durísima primera caída.
La anécdota: Jonfer y su equipo se quedaron a ver el combate de Pambani en vez de ir a vestuarios. Está claro que es un duelo futuro.