Julio González

Hace algún tiempo escribimos un recordatorio del fallecimiento del gran Paulino Uzcudun para homenajear a un boxeador español que hizo historia. Esto ha dado lugar a que muchos aficionados compararan a Uzcudun con José Manuel Ibar “Urtain”. Este modesto cronista considera que cada uno tiene su lugar en la historia de nuestro deporte. No vamos a volver a hablar de Paulino Uzcudun que ya todos los aficionados saben parte de su historia, pero sí queremos dar a conocer a muchos aficionados la parte del “morrosko” Urtain, que también fue muy importante en nuestra historia.

Algunos aficionados compararon la carrera de Urtain con la de la película “Más dura será la caída” del director Mark Robson. La película narra la historia de unos avispados empresarios que suben a un boxeador argentino desconocido y de impresionante altura, llamado Toro Moreno, hasta llegar a disputar el título mundial. Para ello amañan peleas, compran rivales y urden una trama para hacerle famoso, con el afán de ganar dinero sin escrúpulos y merecimiento alguno. Para todo ello utilizan al periodista Eddie Willias (Humphrey Bogart) para que promocione con sus artículos la carrera de “Toro”. Algo que lograría y que les aportaría grandes cantidades de dinero, dejando al final al boxeador sin la recompensa que merecía por ser el protagonista de la historia. Muchos compararon esta película a la vida deportiva del campeón mundial italiano Primo Carnera, un impresionante hombre de dos metros y cinco centímetros. Primo Carnera se querelló contra la Warner Bros, pero perdió en el litigio judicial.

Los comienzos de Urtain son conocidos, procedente del deporte vasco, Urtain era conocido como levantador de piedras, donde poseía el record de levantar una piedra más de 200 veces. El descubridor de “Urtain” fue José Almanzor, empresario guipuzcoano que vio un filón en el “morrosko” en el mundo del boxeo. Se conocieron en una entrega de premios de levantamiento de piedras y fue él el que propuso a “Urtain” intentarlo en el deporte del cuadrilátero. Por esa época el mozo contaba con 24 años, ya mayor para iniciar la práctica del boxeo. Pero en marzo de 1968 se pusieron manos a la obra y en el último piso de un local que poseía José Lizarazu, propietario del Hotel Orly de San Sebastián, comenzaron la preparación para hacer del mozo un boxeador.

Debuta como boxeador profesional en las fiestas patronales de Villafranca de Oria, en la Plaza de Toros que se llenó hasta la bandera el 24 de Julio de 1968. Diecisiete segundos duró la pelea contra el santanderino Johnny Rodry, que fue lanzado fuera del ring. El debut en el extranjero después de cuatro combates profesionales se produce el 22 de diciembre de ese año 68 en París, contra Marius Sappe que aguanta en pie un asalto, veinte segundos.

Después del triunfal debu,t la sucesión de triunfos en su carrera es colosal, el KO se repite hasta en 24 ocasiones. Cierto que la mayoría de los rivales carecen de nombre, algunos son más conocidos por sus oficios al margen del boxeo que como boxeadores, camioneros, carniceros, ferroviarios, etc. La fama de “Urtain” es impresionante, llena todos los recintos donde combate, plazas de toros, polideportivos, teatros. Pero la polémica y el escándalo le persiguen. El “Tongo” y las denuncias se suceden, los rivales son de escasas calidades técnicas y deportivas. Los combate duran un asalto, dos o tres…., la mayoría de sus rivales no aguantan un mínimo de tiempo, y los comentarios son acerca de que los rivales se tiran. Están comprados. Tienen miedo… pero lo cierto es que la gente no abandona las citas de sus encuentros y cada vez acuden en mayor número a ver sus peleas.

En la primera etapa de su carrera los rivales carecen de entidad, pero como es el caso de muchos grandes campeones. Mike Tyson, mirando su record, tiene unos primeros rivales que nadie conoce, consiguiendo 19 KO consecutivos, siendo sus dieciséis primeros rivales prácticamente desconocidos, y no estamos comparando las carreras de los dos púgiles, sino haciendo una apreciación. Pero en la segunda etapa de Urtain que se inicia con la disputa del título continental la cosa cambia y a partir ahí los rivales son boxeadores del primer nivel europeo y en algunos casos ranqueados a nivel mundial, como Cooper, Blin, Goyo Peralta, “King” Román. etc.

La primera prueba de fuego es la disputa del título europeo de los grandes pesos el 2 de abril del 1970, el campeón es el alemán Peter Weiland, que acaba de coronarse campeón de Europa al derrotar por KO en un asalto a Bernard Thebault. Urtain vence por nocaut en siete asaltos y es su vigésimo quinta victoria antes del límite, siendo récord mundial de victorias por KO entre los grandes pesos. Pocos acontecimientos en nuestro país han movilizado tanto entusiasmo entre los aficionados, el combate se celebró en el Palacio de los Deportes de Madrid. Se batieron record de recaudación y se paralizo el país para ver por televisión el acontecimiento. Entre el público estuvieron cinco ministro del gobierno franquista, aparte de grandes personalidades del mundo de la cultura y del espectáculo. Cien periodistas acreditados de todo el mundo y más de treinta fotógrafos alrededor del ring. Se batió el récord de recaudación en un evento deportivo, superando al Real Madrid en Copa de Europa, nueve millones en taquilla con cuatrocientas entradas a cinco mil pesetas. Urtain llegó a cobrar casi dos millones de pesetas, algo que solo dos hombres en España podían conseguir, él y el torero «El Cordobés.

Después de vencer a Peter Weiland, Urtain derrota a Juergen Blin, hombre que se llegó a enfrentar a Cassius Clay. Esta pelea también supondría un gran acontecimiento, se celebró en Barcelona y se volvió a batir todos los récords. Seguidamente seria derrotado perdiendo el título continental por KOT ante el inglés Henry Cooper, primera figura mundial que había disputado el título mundial a Mohammed Ali.

Un año después volvería a conquistar el título continental, con una espectacular victoria por KO en dos asaltos ante el inglés Jack Bodell. Bodell acababa de ganar el título europeo al derrotar a Joe Bugner, hombre éste que disputaría el título mundial a Mohammed Ali. Y que curiosamente nunca quiso pelear con el “morrosko” por lo que sería desposeído del título continental por la EBU. Pero antes de la pelea con Bodell, Urtain pelearía contra un boxeador de nivel mundial, como es el caso de Gregorio “Goyo” Peralta, el argentino que había disputado el título mundial del peso semipesado a Willie Pastrano. La pelea con Peralta fue espectacular, se celebró en el Palacio de los Deportes de Madrid y de nuevo se batirían todos los récords de recaudación, perdería Urtain por abandono, pero antes estuvo a punto de noquear al argentino.

Años más tarde este cronista tuvo la suerte de conocer al ídolo argentino y tener varias conversaciones con él, en una de estas “Goyo” me confesaría que Urtain había sido uno de los hombres que más fuerte le había pegado en su carrera profesional. “Goyo” había pelea en dos ocasiones contra George Foreman y había perdido por puntos y por KOT.

Antes de ganar el europeo Urtain, se había coronado campeón nacional al vencer por KO en dos asaltos al gallego Benito Canal, donde otra vez había saltado la polémica. Canal, en el segundo asalto se tiró al suelo alegando que Urtain le había pegado en la nuca, no queriendo continuar. Se armó un gran escándalo y la Federación sancionó al gallego y le retuvo la bolsa.
Después de estas peleas vinieron combates importantes en su carrera. El 3 de abril de 1972 disputa en San Juan de Puerto Rico una eliminatoria mundial contra el puertorriqueño José “King” Román, perdiendo por puntos y siendo el puertorriqueño quien le disputase a Foreman el título mundial. Después de esta derrota perdería el título europeo contra el alemán Blin, púgil al que ya había ganado un año antes en Barcelona, para terminar enfrentándose a Vicente “Paul” Rondón, excampeón del mundo que había perdido el título semipesado contra Bob Foster. En mayo de 1974 derrota por KO en cuatro asaltos a Richard Dunn, púgil inglés que con los años se enfrentaría con Mohamed Ali por el título mundial y conquistaría el título continental de los grandes pesos. También durante ese año hace la revancha en Madrid contra “King” Román en combate que termina en nulo y hay que destacar que a finales de año sufre el primer KO de su carrera, infligido por el argentino residente en nuestro país Santiago Lowell.

Al año siguiente, cuando su carrera parece llegar a su fin, gana al cántabro Casimiro Martínez el título nacional la noche del 2 de julio de 1975 en el escenario del Campo del Gas. Lo revalida contra el almeriense José Antonio Gálvez y le llega una nueva oportunidad de disputar el título europeo por tercera vez, al vencer contra pronóstico vence al italiano Dante Cane por puntos el 21 de julio de 1976 y ser nombrado aspirante oficial al título continental. Pero dos meses antes sufre la que seguramente sea su derrota más dolorosa. Alfredo Evangelista, el discípulo de Kid Tunero, le derrota el 14 de mayo en el Palacio de los Deportes de Madrid en cinco asaltos por KOT. Esta pelea supuso para Urtain una humillación al ser derrotado por el relevo generacional que todo el mundo esperaba.

La confirmación de que el tiempo no pasa en balde, fue su última pelea como profesional el 12 de marzo de 1977 ante el belga Jean Pierre Coopman, con la corona europea en juego en Amberes, perdiendo por KOT en cuatro asaltos y dejando el boxeo profesional.

El promotor Xabier Azpitarte fue uno de los últimos promotores en la carrera del “morrosko” organizando en sociedad con Azpima muchas de su veladas. A la muerte de Urtain, en un bonito artículo que escribió sobre su amigo manifestó: «A mí no me consta que los primeros combates de Urtain estuvieran amañados. Tuve la suerte de organizar algunos de los últimos combates y puedo prometer por mi honor que Urtain combatía de verdad, sin arreglo de ningún tipo con los adversarios.»
Por desgracia, una vez retirado del mundo del cuadrilátero, la vida de Urtain sufrió mucho altibajos, los negocios no le fueron bien, su vida familiar tampoco fue como debería ser. Se separó de su primera mujer, con la que tuvo tres hijos, y con su segunda mujer tuvo dos hijos más. Todo ello le afectó. Al final, acuciado por las deudas y el alcohol se suicidó el 21 de julio de 1992 arrojándose desde el décimo piso de su casa en el barrio del Pilar en Madrid. DEP un gran campeón.