Daniel Pi
@Bastionboxeo

Los recientes casos de Mike Towell y Nick Blackwell (en la imagen en su combate ante Eubank Jr.), que sacudieron al boxeo británico la pasada temporada, han motivado que se empiecen a tomar mayores medidas para la protección de los púgiles. Así, puede que este mismo mes de febrero empiecen a emplearse en algunos encuentros de Reino Unido escáneres de mano que, usados antes y después de cada combate, detectarán posibles lesiones cerebrales con enorme rapidez, disminuyendo decisivamente el riesgo de que tengan consecuencias fatales.

Los escáneres, que tienen una efectividad casi absoluta en sólo unos minutos de análisis, tienen un precio relativamente elevado, 14.000 euros, aunque indudablemente la salud de los boxeadores no puede ser cuantificada.

El único pero gran problema es que esta excelente iniciativa, en principio, sólo tendrá un impacto muy moderado. Y es que la impulsora de la misma será la British & Irish Boxing Authority, conocida por las siglas BIBA, organismo menor no reconocido por la British Board of Control (BBBofC), el principal órgano del boxeo británico. De todos modos, la BIBA ha ofrecido que sus escáneres puedan ser utilizados por los boxeadores que compiten bajo la BBBofC, que igualmente ha rechazado esta oferta.

Que la compra de los escáneres sea un movimiento de la BIBA para conseguir reconocimiento o un verdadero gesto de preocupación por los boxeadores, en este caso es lo de menos, ya que el uso de esta herramienta podría tener consecuencias formidables en la detección y prevención de sangrados cerebrales y otras lesiones. Por ello, la BBBofC debería dejar de lado su orgullo y, si no quiere aceptar los escáneres de su rival, debería realizar la compra de unos iguales o equivalentes, ya que una competencia entre organismos no puede dejar en el aire la salud de los púgiles cuando se puede poner un remedio inmediato y realmente eficaz.

En cualquier caso, no pudiendo ser considerada negativa ninguna medida preventiva, más temprano que tarde, esta gran idea, el uso de escáneres de mano o de otros sistemas equivalentes, debería terminar siendo impuesta tanto en el boxeo británico en su conjunto como en los demás organismos continentales y mundiales ahora que ya se ha abierto la puerta a su aplicación y al debate sobre la misma.