No ocurre todas las veces que debería en el boxeo en particular y el deporte en general, pero en algunas ocasiones se hace justicia rápidamente. Así ha ocurrido acerca del combate que el otro día enfrentó a Regis Prograis e Ivan Redkach, con la polémica lesión aducida por el segundo y rápidamente desmentida por las cámaras que eran testigo de la multidisciplinar y estrafalaria velada de Triller.

La Comisión Atlética y de Entretenimiento del Estado de Georgia, sede de la pelea, no ha tardado más que dos días en cambiar la decisión técnica por un KO, como resultado final del combate. El despropósito del árbitro Jim Korb fue tal que, primeramente, realizó el preceptivo conteo al hombre en la lona, pero instantes después decretó que el golpe fue bajo la cintura, ergo ilegal, y había que leer las cartulinas de los jueces.

El nuevo récord de Rougarou es 26-1, 22 KO, y el estadounidense ya ha declarado, junto a su equipo, que es un agente libre sin ataduras contractuales, por lo que sus opciones de futuro son ilimitadas. Además, al no haber sufrido castigo en este esperpéntico combate, podría estar preparado en un par de meses para pelear de nuevo. Sus preferencias, Broner o la revancha ante José Ramírez, si este gana la unificación completa ante Josh Taylor; la realidad, probablemente otra.