Cambio en el devenir de los acontecimientos. Si parecía imposible que dos de los personajes más importantes del boxeo en los últimos años trabajasen juntos, podría revertirse la situación y llegar a un acuerdo de cara a 2025.

Hace unos días nos hacíamos eco en estas líneas de la propuesta de Turki Alalshikh a Saúl «Canelo» Álvarez para poder tener al mexicano entre los participantes de alguna gala de la Riyadh Season. Mucho se ha rumoreado en los últimos meses la posibilidad de una megaoferta del emisario saudita al pelirrojo tapatío y a Terence Crawford de cara a un enfrentamiento entre el boxeador más famoso de los últimos años y, probablemente, el más hábil en la tarima.

Sin embargo, la diferencia de peso (Canelo lleva años más o menos estabilizado como supermedio y Bud acaba de subir al superwélter) y los habituales problemas de este deporte, como los egos de los equipos y agentes, diferentes promotoras con las que se trabaja, etcétera, habían imposibilitado cualquier negociación. Igualmente, el acaudalado saudí intentó que el azteca pelease con David Benavídez, opción que ignoró el excampeón indiscutido, por lo que Turki vetó a Canelo para sus veladas al considerarlo un desplante irrespetuoso.

La situación ha cambiado; Álvarez ahora se muestra más abierto que nunca a discutir esta opción con Alalshikh y su entorno. Como muestra, el mexicano ha declarado que «ahora estoy con otros asuntos, disfrutando de mi familia y sin pensar aún en mis próximos pasos en el boxeo. En enero empezaremos a tratar el tema. Yo nunca digo que no de primeras a un negocio, así que siempre estoy abierto a charlar y ya veremos lo que ocurre».