Manuel Sánchez
Presidente de la Federación de Boxeo de les Illes Balears

Hace menos de un año cuando se encontraba inmerso en la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de la Federación Española de Boxeo, Felipe Martínez repitió por activa y por pasiva que siempre antepondría los intereses de los deportistas y no se dejaría llevar por los intereses de promotores privados. Este sábado, el decano promotor Ricardo Sánchez Atocha organizó una velada en el gimnasio de la Federación Madrileña, quien supervisó el evento. El único combate profesional de la noche era “de rodaje” para el peso pesado Gabriel Enguema, que peleó con el letón Edgars Kalnars.

El boxeador letón no conoce la victoria desde hace más de tres años, pero lo realmente grave es que ha perdido antes del límite sus seis últimos compromisos. El pasado mes de julio perdió en el segundo asalto, cayendo en el primero el pasado 23 de septiembre en Alemania. Nos encontramos ante una falta gravísima del reglamento, ya que no sólo se dejó pelear a un púgil cuya salud estaba en riesgo, sino que el Reglamento de Boxeo Profesional, que el mismo Felipe Martínez actualizó en la última Asamblea, estipula que deben trascurrir cincuenta y seis días de descanso si un boxeador pierde dos veces consecutivas antes del límite.

Todo esto es más llamativo cuando Enrique Soria, presidente de la Federación Madrileña de Boxeo, fue uno de los firmantes de los convenios que anunció a bombo y platillo la Federación Española de Boxeo, los cuales servían teóricamente para que la Federación Española controlase las actividades de estas. Aprovecho para hacer un inciso y recordarle al Sr. Presidente de la FEB que en base a la Constitución Española, las competiciones de carácter autonómico son competencia de las territoriales, lo que parece no tener muy claro con ciertas actuaciones. Sin embargo, parece que según quienes sean los protagonistas se actúa de una manera u otra, contrastando la situación del letón con la de otro púgil con licencia extranjera, el hispanoitaliano Luca Giacon, al que en marzo no se le dejó pelear en Fuenlabrada a pesar de contar el permiso de desplazamiento de la Federación Italiana, viéndose forzado el CSD a mediar en la situación para que Giacon boxease al cumplir los requisitos.

Por el buen funcionamiento del boxeo español y para cumplir con sus propósitos electorales, Felipe Martínez debería instar al presidente del Comité de Disciplina, Gabriel Esquinas, a que este órgano actúe de oficio en este grave caso que recuerda a la peor etapa del Comité de Boxeo Profesional en la época de Antonio Martín Galán. La impunidad con la que han salido todos los implicados en la velada de Carranque contrasta con otros expedientes abiertos en las últimas semanas por el Señor Esquinas.

El pasado viernes en el Casino de Torrelodones se disputó el título de España del peso gallo –esta pelea sí era responsabilidad del CBP- entre Álvaro Rodríguez y Luis Felipe Castro (decimosegundo en el ranking nacional de BoxRec, juzguen ustedes mismos), para el que fue nombrado supervisor el propio Señor Soria. En esa velada actuaron como árbitros Jesús Matilla (Burgos), Iñaki Conejero (Madrid) y…Agapito Gómez, el mismo que actuó como juez-árbitro y supervisor en Carranque y que recibe este premio mientras otros árbitros nacionales no han sido seleccionados para ningún Campeonato de España en lo que va de año.

Bien podía haberle advertido al presidente de la madrileña del récord del rival de Enguema y de la imposibilidad de boxear por no haber transcurrido el tiempo mínimo que establece el Reglamento de Boxeo Profesional con dos días de antelación el miembro del Comité de Boxeo Profesional Gonzalo Rodríguez, pero este prefirió actuar para una empresa privada, AS, retransmitiendo la velada en lugar de mirar por la salud de los deportistas.