Daniel Pi
@BastionBoxeo
Según sus propias palabras, el campeón mundial unificado WBA-IBF del peso superwélter Jarrett Hurd (22-0, 15 KO) pesa en su día a día unos 90 kg, pero, a falta de menos tiempo del que podría parecer necesario, es capaz de bajar sin sufrir hasta los 69,9 kg, sacándose los últimos cuatro kilogramos y medio en el día anterior al pesaje.
Es más, en las 24 horas posteriores al paso por la romana aumenta su peso de forma desorbitada y, según los rumores (no existen cifras oficiales del peso en la noche del combate en su caso, como tampoco de Canelo, Jacobs y de muchos otros boxeadores, ya que sus promotores y equipos se niegan a hacerlas públicas) es capaz de combatir pesando una cantidad que sobrepasaría un tanto el semipesado. Todo ello, además, midiendo 1,85 m y siendo capaz en el combate de imprimir, sin desfallecer ni por un instante, un ritmo brutal, en el que llega a lanzar en torno a 800 puños en doce rounds según el conteo computerizado.
Vale la pena subrayar que la norma IBF de que no se puede superar en 4,5 kg el límite de la división en un segundo pesaje la mañana de la pelea no se aplica siempre, según indicó el presidente de ese organismo, puesto que, tras la renuncia de Daniel Jacobs a pesarse en la mañana de su combate contra Golovkin, se decidió no aplicar la norma a las peleas con títulos unificados, el caso del doble titular Hurd.
Con una capacidad para deshidratarse y rehidratarse que va más allá de lo que es razonable, y que incluso supera la de otros boxeadores que son conocidos por ganar peso muy rápidamente, es inevitable que haya surgido la pregunta de si Hurd tiene una genética excepcional o si por el contrario está haciendo trampas para poder oscilar tantísimo peso en tan poco tiempo y, aún así, poder combatir sin dar muestras de desfallecimiento y arrollar por volumen de golpes a sus rivales.
Sea como sea, más allá de ser el protagonista de encendidos debates en los foros estadounidenses sobre si está limpio o no, el caso es que resulta evidente que muy pocos peso superwélter están capacitados para combatir con un boxeador que en el cuadrilátero tiene esas dimensiones y fortaleza, algo que Hurd piensa aprovechar para intentar proclamarse campeón indiscutido aunando las cuatro coronas.
Para ello, después de iniciar 2019 con una pelea en su estado natal de Maryland, Hurd planea dar un paso crucial y unificar contra el campeón WBC Jermell Charlo en verano, aunque antes, este sábado, recuperándose de una operación sufrida en su hombro izquierdo, realizará un sencillo rodaje y defensa voluntaria de sus cetros ante el británico Jason Welborn (24-6, 7 KO), al que se enfrentará en el respaldo del evento del Wilder-Fury.
El Hurd-Welborn parecía uno de esos combates que jamás se iban a realizar, pero no porque hubiesen reclamaciones constantes e infructuosas para que ambos se viesen las caras, sino porque a nadie se le había pasado por la cabeza que el retador alcanzaría un mundial, menos todavía en una división de menos peso que la suya y ante el número 1 de la categoría.
Y es que Welborn ha sido una víctima propiciatoria y un foco de críticas, ya que fue noqueado por Frankie Gavin y por Liam Smith, fue vencido a los puntos por Matthew Macklin y por Craig Cunningham e incluso fue derrotado por un púgil considerado en Reino Unido como uno de los peores del país, William Warburton, que contaba con un récord de 18-96-8 cuando batió al aspirante mundial de este sábado y que ahora posee un 26-146-10.
Con todo, Welborn es un boxeador aguerrido y tenaz que recientemente, tras anotarse contra todo pronóstico un triunfo sobre el entonces invicto prospecto Marcus Morrison, superó las expectativas para anotarse dos victorias sobre Tommy Langford y coronarse campeón británico y defender su cetro.
Pese a ello, no habiendo peleado en el peso superwélter desde hace dos años y medio y siendo claramente inferior en contundencia y técnica, Welborn, que apareció misteriosamente como 11º WBA en los 69,9 kg, deberá deshidratarse de más ante el maestro de la rehidratación, un Hurd que, pese a encarar esta pelea como una recuperación para su hombro, es absoluto y total favorito para este combate, en el que dice que volverá a su boxeo original y no se lanzará constantemente a castigar y mermar a su rival:
“Quiero enseñarle al mundo que puedo ser versátil, moviéndome y contragolpeando como hice en las peleas ante Frank Galarza y Óscar Molina. Fui más el hostigador ante Harrison, Trout y Lara, pero esta vez quiero usar mi alcance, mi altura, mi jab y mi velocidad para mostrar que no soy sólo un peleador que tiene que arrollarte”.
De nuevo sin ningún tipo de problema, Hurd marcó 69,200 kg, permaneciendo también por debajo del límite del superwélter (69,9 kg) el retador Welborn, que dio igualmente 69,200 kg. Este mundial, al igual que el resto del cartel principal encabezado por el Wilder-Fury, será emitido en Estados Unidos en modalidad de pago por visión a través de Showtime a partir de las 3:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española.