Daniel Pi
@BastionBoxeo

Con una racha de ocho victorias antes del límite en nueve combates y un boxeo demoledor por ritmo y pegada, el invicto Luis Nery (25-0, 19 KO) entró al campeonato mundial WBC del peso gallo del pasado agosto como el mejor aspirante de la división, etiqueta que dio paso a la de monarca cuando venció en Japón ese encuentro ante el que durante tantos años había sido el número 1 de la categoría, el formidable Shinsuke Yamanaka (27-1-2, 19 KO). Pero lo que parecía el punto de despegue de una gran estrella del boxeo se convirtió, dando los acontecimientos un brusco giro, en un motivo para la sospecha y el descrédito, quizás de forma imborrable.

Como le sucedió a Francisco Vargas cuando iba a disputar la primera y trascendental defensa de su reinado contra Orlando Salido, Luis Nery dio positivo en un control antidopaje realizado durante las semanas clave de su preparación para la pelea ante Yamanaka, poniendo en duda no sólo su triunfo ante éste sino la legitimidad en su ascenso hasta la cumbre de las listas mundiales. De todos modos, como le pasó a Vargas, el WBC se mostró increíblemente indulgente con “La Pantera” Nery, de hecho incluso le premió, puesto que en lugar de desposeerlo, como hubiese sido lógico, le perdonó la grave falta y le otorgó una revancha ante Yamanaka en la que podrá sumar otra notable bolsa y en la que igualmente, volviendo el japonés después de un anunciado retiro, el mexicano será claro favorito.

El Consejo Mundial de Boxeo, como siempre, se introdujo en un laberinto de explicaciones insatisfactorias que parecían un insulto a la inteligencia, habiendo sido más fácil decir simplemente que no querían castigarlo. Y es que en el pasado reciente otros boxeadores han dado positivo por una sustancia que podía llegar al cuerpo por consumo involuntario de carne contaminada, como por ejemplo Lucas Browne, y no por ello se les ha perdonado la sanción, ni siquiera la irregular y arbitraria WBA lo hizo en este caso.

Además, aunque se argumenta que en México existe un problema a gran escala con las reses contaminadas con Clembuterol y Zilpaterol, muchos se hacen la pregunta de porqué los positivos por estas sustancias no se producen en las decenas de modestos boxeadores mexicanos que no tienen dinero para contratar a nutricionistas y que pelean en cualquier rincón del mundo cada semana, sino en los púgiles de la élite que se juegan su futuro ante peligrosos oponentes.

En cualquier caso, el colmo de la falta de profesionalidad ha llegado, después de una fuerte discusión por negarse el visitante a aceptar la marca de guantes propuesta por la promotora organizadora, cuando Luis Nery ha dado en la báscula 55,800 kg, o sea que ha superado incluso el peso supergallo para situarse dentro del peso pluma en lugar de dar el peso gallo en el que era hasta ahora campeón mundial. Tras dos horas en las que ha bajado hasta los 54,900 kg, todavía 1,4 kg por encima del límite del peso gallo, Nery ha perdido finalmente su corona mundial WBC. Por ello, ahora la pregunta es más lógica aún: si a Nery le cuesta tantísimo situarse en el peso gallo ¿de verdad llegó el Zilpaterol (muy similar al Clembuterol) a su cuerpo de forma accidental, teniendo en cuenta que si esta sustancia es utilizada de la forma adecuada puede quemar grasa y ayudar a dar el peso?

Por su parte Yamanaka dio 53,300 kg, 200 gramos por debajo del límite del peso gallo, de modo que él podrá conseguir el título en caso de victoria, mientras que de ganar Nery el cinturón quedará vacante. De todos modos, es este último escenario el más probable, puesto que midiéndose el japonés a un pegador más de un kilo y medio más pesado que él, es decir, a un peso supergallo en lugar de a un peso gallo, la condición de favorito para imponerse con la que Nery partía se expandirá.

Es cierto que ante Villanueva, después de que se conociese el positivo en control antidopaje, Nery no se mostró tan arrollador y tuvo problemas recurrentes con los rectos de su rival, que se podrían ver agravados ante un Yamanaka famoso por su magnífico directo de izquierda, pero todo parece indicar, teniendo de su lado enormes ventajas en peso, potencia, juventud y rendimiento actual, que el púgil de Tijuana se hará con una victoria que en lugar de consolidar su fama sólo debería aumentar su desprestigio y su ignominia.