Darío Pérez
@Ringsider2020

En el combate de semifondo del Terence Crawford-Kell Brook, anoche en el MGM Grand de Las Vegas se disputaba el campeonato regular supermosca WBA. Era, además, combate de revancha entre el poseedor del cinturón Joshua Franco (17-1-2, 8 KO) y Andrew Moloney (21-1, 14 KO).

Lo que esperábamos como una reedición del pleito del pasado junio fue un fiasco debido a la incompetencia arbitral y de los encargados del «instant replay», una especie de VAR que se ha adoptado en ciertos lugares para evitar, precisamente, lo ocurrido anoche.
Y es que el combate fue declarado No Contest, conocido en España como nulo técnico, por un error grosero, primero del inefable Russell Mora y luego del equipo de videoasistencia. Una serie de jabs de Moloney, especialmente un recto nítido, impactó en el ojo de Franco de tal manera que ya en el segundo asalto lo tenía prácticamente cerrado. Sin embargo, el errático Mora declaró que el estado de Franco de debía a un cabezazo accidental… algo que ninguno de los presentes vio, más que el réferi.

De hecho, Moloney festejó el triunfo efusivamente cuando el médico declaró la incapacidad del norteamericano para continuar. Sin embargo, la fiesta le duró poco al australiano, ya que treinta minutos de rearbitraje no sirvieron para cambiar la decisión del árbitro a lo que realmente ocurrió, victoria de Moloney. Todo OK, Mora.

Bob Arum, promotor de la pelea mediante su empresa Top Rank (de la que Moloney es boxeador), montó en cólera con la decisión de la Comisión de Boxeo del Estado de Nevada, acusándoles de no cambiar la decisión para proteger a un árbitro «que no sabía qué demonios estaba haciendo». A sus casi 90 años, se vio a Arum gritando a los comisarios fuera de sí, algo que momentos más tarde respaldó públicamente: «Nos vamos a ir de la maldita Las Vegas», declaró, aludiendo a que, desde el restablecimiento del boxeo en el mundo por junio, lleva unas veinte veladas realizadas en el recinto de la ciudad que nunca duerme.

Bob Arum protesta

Lo lógico sería que se realizase una nueva pelea en cuanto el ojo de Franco se recupere de las lesiones sufridas.