Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

El gran campeón Terence Crawford (37-0, 28 KO), uno de los mejores púgiles de todos los pesos en la actualidad junto a Canelo o Inoue, demostró anoche en la Burbuja del MGM de Las Vegas que la potencia de su pegada puede resolver en cualquier momento un combate estático.

En una pelea cuyo destino se estaba decidiendo en el centro del ring hasta el momento definitivo, la contundencia del púgil de Omaha acabó sorprendentemente en el cuarto asalto con un Kell Brook (39-3, 27 KO), que con firmeza mantenía a raya al favorito campeón mundial WBO wélter.

Habían sido tres primeros asaltos con los dos púgiles observándose, con el de Sheffield (Inglaterra) bien plantando en la zona central del cuadrilátero controlando con su jab a un Crawford que comenzó de diestro y a partir del tercer round cambió a su muy habitual guardia de zurdo.

Y quizás esa variación de lugar de la potente derecha fue la que sorprendió al excampeón mundial wélter IBF, que al inicio del cuarto round se encontró en un ataque con la explosión del puño diestro adelantado de su rival (como vemos en la foto), que produjo grandes daños materiales. Tantos, que Brook ya no se recuperó. Fue una mano decisiva.

El inglés se fue a las cuerdas y el árbitro Tony Week le salvó de una avalancha del norteamericano al aplicarle correctamente una cuenta de protección por haber evitado las cuerdas su caída.
Pero el daño ya estaba hecho, acto seguido Crawford vio a su rival saliendo de las llamas y terminó con un tiroteo definitivo que obligó al réferi a parar el combate.

En el boxeo una mano cambia todo y así fue, aunque en este caso la mano pertenece a un púgil con muchas posibilidades en su boxeo, un fuera de serie. Crawford es un completísimo púgil que puede unificar las coronas del wélter como ya hizo en el superligero.

Errol Spence, si vence a Danny García el 5 de diciembre, debería ser su próximo rival para iniciar la recolección de los cuatro cinturones wélter.

Y mucha suerte deseamos a Carlos Formento, el entrenador de Kell Brook, que nos consta que realizó un gran trabajo con el inglés, pero que no ha podido quedar reflejado del todo encima del ring.