Daniel Pi
@BastionBoxeo

 La tercera gran pelea de Kerman Lejarraga (27-1, 22 KO) ante un destacado boxeador internacional llegó en la noche del sábado en un Bilbao Arena repleto por un público entregado, pero a diferencia de lo que sucedió contra Bradley Skeete y Frankie Gavin, el hasta ahora imbatido campeón de Europa del peso wélter no consiguió salir con el brazo en alto.

Y es que, en un trepidante enfrentamiento, el duro ruso de origen armenio David Avanesyan (23-3-1, 11 KO) demostró su calidad y, pese a llegar al ring tras una derrota y con inactividad y partir bastante por detrás en las apuestas, consiguió dar la sorpresa derribando a Lejarraga en el cuarto episodio antes de derrotarlo por KOT en el noveno round.

El primer asalto dejó por parte de ambos pruebas de cierta intensidad con sus directos y algunos ganchos, aunque en los minutos posteriores empezaron a marcarse diferencias por la superior contundencia de Lejarraga con su uno-dos y su gancho zurdo arriba, además de por sus buenos bloqueos ante las combinaciones del visitante.

Esta tendencia favorable fue a más en el tercer episodio, ya que, aunque Avanesyan usó bien su gancho zurdo repetido y su uppercut de mano adelantada, siendo preciso con arremetidas salteadas, el “Revólver” anotó poderosas manos curvas que incluso movieron ligeramente al ruso.

Estando así las cosas llegó la primera sorpresa en el cuarto asalto, cuando Avanesyan impactó un croché diestro a la contra que llevó a la lona a Lejarraga, que se alzó sin dificultades y reanudó su presión, aunque su adversario siguió llegando con mucho peligro con series de rectos y curvos de ambas manos.

La contienda alcanzó un punto de mucha tensión, con Lejarraga intentando desgastar con su derecha y sus hooks abajo pero con Avanesyan usando sus embestidas con croché de mano adelantada para llegar con mucha claridad y potencia, especialmente en el sexto round.

En el séptimo asalto las acciones se enfriaron un tanto, con Avanesyan pareciendo algo más cansado, respirando con dificultad, pero eso no impidió que usase su gran velocidad de manos para impactar nítidos rectos. Sin embargo, en el octavo asalto Lejarraga salió con todo, llevando a las cuerdas al ruso y alcanzándolo con durísimos ganchos arriba y abajo, uppercuts y derechas, puños a los que “Ava” respondió con valentía. De hecho, aunque Avanesyan se mostró afectado por un golpe al torso, sacudió a su adversario con una contra.

Tras este emocionante episodio llegó la súbita conclusión, con el aspirante impactando un croché diesto y un uppercut zurdo que dejaron tocado a Lejarraga, que contra las cuerdas recibió series de rectos sin respuesta que forzaron al árbitro a detener las acciones.

Obviamente, la victoria de Avanesyan supone un giro brusco en cuanto a la posición de ambos púgiles en el panorama internacional, puesto que, mientas el nuevo campeón de Europa del peso wélter verá muy revalorizada su cotización, se catapultará en las clasificaciones y recibirá ofertas valiosísimas, Lejarraga ve truncados los inmediatos proyectos que para él se tenían en Estados Unidos.

Después del enfrentamiento Lejarraga señaló que desea enfrentarse en una revancha a Avanesyan aunque, si no se le realiza a éste una oferta muy cuantiosa para que acepte dicha pugna de desquite, lo más probable es que el nuevo titular intente realizar antes alguna defensa voluntaria en condiciones favorables o tantee las ofertas estadounidenses que sin duda le llegarán a continuación.

Soria venció, Núñez y Rivero empataron

El respaldo televisado por Eurosport2 se inició con la pelea pactada a seis asaltos en el peso superwélter entre David Soria (6-0, 1 KO) y Vicente Andrés Monzó (7-6, 2 KO), enfrentamiento entretenido en el que el segundo presionó con coraje pero fue superado claramente por la habilidad al contragolpe y por la precisión con las combinaciones del primero. Los jueces dieron tarjetas de 59-55, 58-53 y 57-54, en las que se observan el descuento de dos puntos a Soria y uno a Monzó en el último round por uso de la cabeza.

Posteriormente, en el semifondo, llegó el turno del encuentro del peso supermedio a ocho asaltos, en el cual César Núñez (16-0-1, 8 KO) y Guillermo Rivero (8-0-1, 1 KO) empataron por decisión mayoritaria, dando los jueces cartulinas de 76-76, 74-74 y un 77-75 favorable a Núñez.

Fue una muy buena pelea, contendida y llena de acción, en la que ambos boxeadores intercambiaron golpes en la distancia corta durante gran parte del tiempo, siendo Núñez el que portaba la iniciativa y Rivero el que se desplazaba cercano a las cuerdas. Dado que la frecuencia de Núñez y la precisión de Rivero se confrontaron, pudiéndose decantar los asaltos por escaso margen, los jueces finalmente no pudieron elegir a un vencedor.