ESPABOX

El pasado jueves, desde ESPABOX criticamos la decisión tomada por la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), al respecto del combate que disputarán esta noche el ruso Murat Gassiev y el cubano Yunier Dorticós. A 48 horas de que se disputase la esperada segunda semifinal del peso crucero de las World Boxing Super Series, el organismo que preside Gilberto Jesús Mendoza comunicó que el «supercampeonato» estaría en juego en la pelea de esta noche, pues la IBF, organismo del que Gassiev es campeón, sólo aceptar unificar su corona con la de máxima importancia del resto de organismo.

Dentro del caótico sistema de la WBA, donde en la mayoría de pesos hay varios campeones denominados mundiales, dentro del peso crucero Denis Lebedev era el de mayor rango. El veterano púgil ruso fue autorizado a no poner en juego el cinturón de la WBA cuando perdió precisamente ante su compatriota Murat Gassiev, exponiéndolo por última vez el pasado 9 de julio, cuando derrotó por decisión unánime al australiano Mark Flanagan.

Sin ninguna comunicación previa por parte de Lebedev, la WBA anunció que el ruso era nombrado campeón en receso, figura que suele reservarse a púgiles que dejan el título a causa de una lesión de larga duración, para convertir a Dorticós en el campeón de mayor rango de este organismo. Esta decisión estaba planeada con anterioridad, ya que los jueces de la WBA y la IBF fueron nombrados previamente. Así, la WBA estará presente en este combate en el que cada púgil cobrará cerca de un millón de euros, asegurándose cobrar la tasa pertinente.

Ayer, en la nota de prensa que difundió la WBA sobre el pesaje, aparecía una fe de erratas, en la que clarificaban que no estará en juego el supercampeonato, sino el campeonato, afirmando que se habían equivocado. Con estas idas y venidas, con las que ni siquiera los miembros de la WBA tienen claro quien es el campeón real, este organismo causa una gran confusión entre los aficionados, perdiendo el prestigio este histórico deporte. Detrás de este interés se encuentran miles de euros, y no el interés de la WBA por reducir el número de campeones que tiene en cada peso.

Hace unas horas, el mánager de Denis Lebedev, Vadin Kornilov, explicó a los medios de su país que el boxeador al que representa no tiene la más mínima intención de retirarse, señalando su interés de enfrentarse al ganador de las World Boxing Super Series. Desconocemos si la WBA ha llegado a algún tipo de acuerdo privado con el propio Lebedev para evitar un litigio como el que llevó a la bancarrota al WBC en 2003, cuando un juez obligó a la entidad que en aquel momento presidía José Sulaimán a pagar la friolera de treinta millones de euros al alemán Graciano Roccihigiani, el cual fue despojado indebidamente del cinturón de campeón mundial WBC del peso semipesado, que pasó a manos de Roy Jones Jr.