Manuel Valero
@Manu_Valero

Si hay un deporte que los directores de cine han adaptado a la gran pantalla en múltiples ocasiones, ese es el boxeo. Las escenas de los duros entrenamientos en solitario, los combates épicos o la subida y bajada de campeones han sido algunos de los guiones más repetidos en esta larga relación entre las claquetas y los guantes, que ha vivido un intenso 2016, con el estreno de Creed (la última película de la célebre saga de Rocky Balboa), Hands of Stone (biopic que narra la vida de Roberto «Manos de Piedra» Durán) o Bleed for this (basada en la historia de Vinny Pazienza).

El director Ignacio Castillo Cottin estudió al milímetro durante cuatro años la vida del fallecido Edwin Valero, uno de los grandes ídolos del pueblo venezolano en los últimos años, siendo comparable su popularidad a la de Marcos Maidana en Argentina o Manny Pacquiao en Filipinas, erigiéndose en todo un símbolo del triunfo de su nación en el extranjero. Su aureola de imbatible, generada a golpe de nocaut, como la de Sonny Liston o el propio «Manos de Piedra» Durán cuando militaba en el peso ligero, rodeada de esa nube de misterio que siempre envolvió su vida, lo convertía en un personaje atractivo para cualquier guionista. Su muerte en una celda, cuando todavía poseía el título mundial, dejaba el guión prácticamente hecho para su interpretación, con final dramático incluido.

CON LA PEGADA, SE NACE
Una de las preguntas más repetidas entre los aficionados al boxeo es la del origen de la pegada, siendo «El Inca» Valero un exponente de la teoría de que con los nudillos «cargados de dinamita», es algo con lo que se viene al mundo y no se puede conseguir a base de entrenamiento. Y es que, la repetición de esa imagen de dejar a los rivales fuera de combate, es algo que siempre suma adeptos para un púgil. La capacidad para terminar con sus oponentes en cualquier momento, fue por desgracia la misma que tuvo fuera del cuadrilátero. Los inicios en el boxeo de Valero se remontan a cuando tenía 12 años, proclamándose campeón nacional en varias ocasiones. A pesar de su notable récord, nadie del circuito suramericano pronosticó que fuese a tener una prolífica carrera como profesional. No tuvo una infancia fácil en las calles de Mérida (Venezuela), donde probó las drogas con poco más de diez años. Con todo preparado para cambiar los guantes de cámara por los de ocho onzas y el vendaje duro, como telonero de Óscar De la Hoya, Valero-MosqueraValero sufrió en 2001 un accidente cuando circulaba con su motocicleta, fracturándose el cráneo. La satisfactoria recuperación le permitió volver al gimnasio en menos de un año, pero los médicos estadounidenses le denegaron la licencia, argumentando que no estaba en condiciones de boxear. Con ocho victorias a las espaldas, recibió el visto bueno de los galenos de la Comisión de California, lo que facilitó su fichaje por Golden Boy Promotions. En 2006 fijó el récord de nocauts consecutivos en el primer asalto en dieciocho, rompiendo su racha el mexicano Genaro Trazancos, que a pesar de huir de él de manera descarada, no pudo pasar del segundo asalto. Su siguiente combate llegaría hasta el décimo, terreno totalmente desconocido para él, conquistando el título mundial WBA del peso superpluma en Panamá ante Vicente Mosquera, quien posteriormente también pasaría por la prisión. Todo apuntaba a que Valero tendría otra pelea rápida después de que derribase dos veces en el primer asalto al panameño, que planteó una batalla suicida con el venezolano, al que consiguió mandar a la lona en el tercer round. Los golpes acumulados pasaron gran factura a Mosquera, deteniendo el árbitro las acciones. En las entrevistas posteriores a su victoria, Valero no estaba decepcionado por haber necesitado tantos asaltos para conquistar el título, asegurando que él no buscaba el nocaut de manera obsesiva.

UN CHAVISTA INVENCIBLE
Con la cara de Hugo Chávez tatuada en su pecho sobre la bandera venezolana, el mandatario vinotinto se deshizo en halagos hacia el boxeador en uno de sus interminables discursos. «Sin nuestros problemas venidos del exterior, Venezuela sería un país invencible como mi amigo «El Inca» Valero», Valero-Chávezdijo Chávez, mientras recibía a uno de los estandartes de la nación. El campeón mundial afirmó que las autoridades estadounidenses no querían autorizarle a boxear en dicho país ya representaba al chavismo, exhibiendo los símbolos del Comandante en su calzón. En el resto del mundo, la figura de Valero era puesta en duda, dado el escaso nivel de sus rivales hasta la fecha, aunque empezaban a florecer las historias de sus guanteos sanguinarios con Erik Morales (antes de que este pelease por primera vez con Manny Pacquiao) o con Urbano Antillón. Cuando ya llevaba cuatro defensas de la corona que arrebató a Mosquera, Óscar De la Hoya lo llamó a finales de 2008 al venezolano para que formase parte de sus sparrings para su pelea con Pacquiao. Valero mantuvo hasta el final de sus días que el «Golden Boy» decidió bajarse del ring tras encajar un durísimo golpe en un ojo, despidiéndolo de su campamento inmediatamente, versión negada por De la Hoya en repetidas ocasiones. El fenómeno Valero continuaba imparable dentro y fuera del ring, forzando a la Comisión de Texas a que le sometieran a múltiples pruebas cerebrales para recibir una licencia, que le fue aceptada meses después. La expectación en Estados Unidos por ver si «El Inca» pegaba tan duro como las crónicas afirmaban, hizo que su enfrentamiento con Antonio Pitalua fuese retransmitido por HBO en la modalidad de PPV. Su espectacular victoria en el segundo asalto, proclamándose campeón mundial WBC del peso ligero, puso su nombre en boca de todos los promotores, tratando Bob Arum de cerrar una pelea entre el venezolano y Manny Pacquiao, cuando el filipino también aniquilaba a sus rivales división tras división. Sin embargo, «El Inca» ya había caído en una espiral de drogas y alcohol de la que nunca salió, lo que afectó gravemente a su irascible carácter. A pesar de sus adicciones, Valero se dio un baño de masas La Guaira (Venezuela) en diciembre de 2009, derrotando al azteca Héctor Velázquez, que cansado de recibir golpes, decidió no salir al séptimo asalto. Con todas las televisiones estadounidenses interesadas en retransmitir sus breves peleas, Valero se puso los guantes por última vez dos meses después en Monterrey, venciendo al espigado Antonio DeMarco. Mientras agradecía el apoyo de Hugo Chávez, las negociaciones para que se enfrentase a Pacquiao se intensificaban en Estados Unidos.

LA VIDA LO DERROTÓ POR NOCAUT
Valero-PrensaLa relación con su esposa Jennifer no se había visto afectada por sus escándalos anteriores, entre los que se incluían violencia de género, ocultada por ella misma, acompañándolo la joven venezolana en todas sus gestas dentro del boxeo. Lo que habían planeado como una escapada romántica, viró a la tragedia en la madrugada del 17 de abril de 2010, cuando Valero asesinó a su esposa con un arma blanca. El púgil confesó sin tapujos que había sido él el responsable, todavía bajo los efectos de las drogas. Con las mismas manos con las que había sembrado el pánico en decenas de rivales, el boxeador venezolano acabó con la vida de su esposa.

Valero-CárcelCon toda Venezuela asombrada, una vez que fue consciente de los hechos, «El Inca» se suicidó con su propia ropa en los calabozos de la localidad venezolana de Mérida dos días después. Los intentos de reanimarlo fueron inútiles, muriendo a los 28 años. El problemático boxeador había fallecido cuando aún reinaba en el peso ligero, y con bolsas millonarias proyectadas para sus próximas peleas.

POBREZA Y BOXEO: VUELTA A LOS ORÍGENES PARA SUS FAMILIARES
Valero-EdwinLos dos hijos que tuvo con Jennifer cambiaron sus lujosas vidas en Estados Unidos por la precarias condiciones de la casa de su abuela materna, que no ha recibido ni un sólo céntimo de la fortuna que hizo Valero. El asesinato de su hermana no hace que el cuñado del púgil, Yoel Finol, le guarde rencor, siguiendo sus pasos con éxito hace unos meses, logrando la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río. El joven venezolano también se ha convertido en una estrella en el país sudamericano, recibiendo la felicitación de Nicolás Maduro.

El Inca-PelículaLa interpretación de Alexander Leterni no ha sido bien recibida por los familiares de Valero, que creen que se han exagerado ciertos comportamientos del excampeón mundial. Aun así, el Consejo Mundial de Boxeo y la productora de la película han decidido destinar el diez por ciento de los ingresos de la taquilla a los hijos de «El Inca», nombre del cortometraje y apodo del singular púgil venezolano.

En España no está anunciado su estreno, por lo que tendremos que conformarnos con ver este adelanto, publicado en octubre.