Mikel Arregi

Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

La localidad guipuzcoana de Cestona (en euskera y oficialmente Zestoa) es conocida en España, y suponemos que en el resto del mundo, principalmente por haber nacido y vivido allí uno de los grandes ídolos vascos y españoles del deporte, el campeón de Europa de los pesos pesados, José Manuel Ibar «Urtain».

Es terriblemente sorprendente que en su localidad natal no tengan colocado ni un mísero ladrillo de reconocimiento al que emocionó tanto a los aficionados con su entrega en el ring, independientemente de las lagunas en su vida privada, que nada tienen que ver con el deporte y sus éxitos. Como nadie conoce a ciencia cierta y poco les interesan las luces o las sombras en el ámbito privado del genio musical Ludwig van Beethoven, intrascendentes para gozar de sus obras o recordar su aportación a la historia musical.
Cuántas ciudades del mundo tienen estatuas, como mínimo, de sus ídolos pugilísticos o deportivos.

Hemos querido hablar con el alcalde de la localidad, Mikel Arregi, que lo es desde 2019 representando a EH Bildu, y en unos días, con las elecciones municipales, verá si sus vecinos le desean tener como máximo responsable municipal cuatro años más.
«Conozco personalmente a un hijo de Urtain y en el pueblo todo el mundo sabe quién es Urtain. Los pilares de Zestoa son Urtain, el Balneario y la Cueva de Ekain», descubre el alcalde.

Tras reconocer abiertamente la influencia de nuestro campeón en la localidad que dirige, sorprende que no tenga allí un lugar por pequeño que sea en el que se le recuerde.
«Hubo un intento de hacerle una estatua en Zestoa, pero el pleno del ayuntamiento no lo aprobó. Parece que había un rechazo de sus dos hijos a ello».

Recordamos que Urtain se separó de su mujer, circunstancia muy común en los seres humanos, y se vino a vivir a Madrid, algo no muy del agrado de los vecinos, algo anclados en viejas costumbres. Parece que se le negó el regreso y acceso a los suyos por parte de la familia de su mujer, por lo que no pudo tener relación fluida con sus hijos.

-Pero Urtain no perjudicó en absoluto a los vecinos ni cometió cualquier delito u ofensas a su ciudad natal, si acaso lo contrario, dado que se enorgullecía de su tierra.
«Somos conscientes de que lo merecería, pero creemos que habría un rechazo considerable».

-¿Cuál es el motivo? Si fuera por algún tema político, aunque Urtain no mostró abiertamente sus preferencias, sería ir en contra del sentido común. Es como olvidar a Picasso o a Dalí porque fueran de derechas o de izquierdas.
«Igual es injusto desde el punto de vista deportivo, pero hay que hacer las cosas con un consenso mínimo y creo que habría rechazo».

Los valores más importantes que deben imperar son la libertad, la justicia, la igualdad y el respeto de las distintas ideas políticas, pero Urtain jamás se decantó públicamente por ninguna opción política ni dañó a Zestoa, y sus problemas fueron puramente personales.
«Desde luego no es normal que no tenga un reconocimiento en Zestoa, pero es llamativo que aun en 2023 nadie lo haya aprobado».

-Pero si usted lo considera una injusticia, ¿Cuándo va a haber un político valiente que luche por la equidad, por el derecho, a pesar de cierto rechazo, que seguro que no será total?
«Si salgo elegido nuevamente, lo propondré al pleno del Ayuntamiento y les comunicaremos el resultado».

-Confiamos en que salga adelante y si es así, iremos muchos aficionados a la inauguración del espacio que sea, aunque sea una mínima placa, y si no lo aprueban, confiamos en que sean transparentes y expliquen claramente el motivo de no querer reconocer al vecino más ilustre de la historia de Zestoa, personaje honrado y leal como atestiguan sus contemporáneos.
«Así será».

Muchas gracias a Mikel Arregi por hablar del tema, confiamos en que salga adelante, y si no fuera así, que se explique y descubra con dignidad el, a todas luces injusto, boicot a un ídolo deportivo que fue muy querido por los aficionados al deporte y respetado en todo el mundo, el vecino más conocido de la historia de Cestona-Zestoa.