
El francés Daniel Blenda dos Santos ya no es campeón de Europa del peso semipesado, puesto que la European Boxing Union (EBU) ha decidido retirarle ese privilegio. Dos Santos no ha subido al ring en las dos últimas fechas previstas para ello, con el consiguiente perjuicio a los promotores encargados y a la propia comisión continental.
Dos Santos dejó sin pelea a su aspirante de febrero, Shakan Pitters, porque no pasó las pruebas médicas previas al duelo, según la federación francesa; fue en la misma semana del combate previsto, por lo que la velada de GBM Sports fue muy desprestigiada por esta situación de tan corto aviso.
Hace unos días, era Pitters el que caía lesionado a pocos días del combate reprogramado; sin embargo, la promotora pudo encontrar otro aspirante de garantías como Bradley Rea. En la tarde de la contienda, se empezó a rumorear que el francés no subiría al cuadrilátero, confirmándose los peores presagios con la velada ya iniciada y en plena retransmisión de DAZN.
Tras todos estos problemas y la poca fiabilidad que presenta el galo, la EBU ha optado por intervenir y declarar el cinto vacante; con buen criterio, se ha establecido que Pitters (20-2, 7 KO) y Rea (20-1, 10 KO) sean los coaspirantes.
Pero, igual que alabamos la actuación aquí de la EBU, nos sorprende negativamente el doble rasero que aplican con, por ejemplo, la grave situación que han provocado al español Jon Fernández con el título superligero. Desde el ente europeo se permitió a Dalton Smith y Eddie Hearn jugar con el bilbaíno, cambiando fechas y proponiendo a otro rival a su antojo; para mayor incredulidad, la situación se ha repetido con las largas de Pierce O’Leary a Jonfer, ignorando las llamadas del equipo del español solicitando fecha definitiva. Todo ello ha provocado que Fernández lleve más de un año sin ascender a la tarima por culpa, única y exclusivamente, de las malas acciones de la EBU.