Tyson Fury ha cambiado su físico en apenas dos meses, tras ser aplazado al 18 de mayo el combate que lo enfrentará a Oleksandr Usyk, a causa del corte que sufrió el británico. Las voces en torno a un posible declive de Fury se avivaron a raíz de la pobre imagen que ofreció en su victoria sobre el debutante Francis Ngannou.

«The Gypsy King» ha afrontado de manera diferente esta segunda preparación, en la que ha optado por una mayor profesionalización en cuestiones tan fundamentales como la alimentación. Greg Marriott es el nutricionista encargado en guiar a Fury, que ha reducido ostensiblemente su característica barriga.

Fury está ingiriendo entre 4.500 y 6.000 calorías en los días de duros entrenamientos, por las 3.000 calorías que tiene pautadas para los días de descanso. Esta reestructuración le permite a Fury hacer seis ingestas diarias, por las dos que realizaba anteriormente. Las tortillas, buscando una fuente proteica, la fruta y la chía son el sustento de sus comidas.

Para cenar, Fury devora filetones de 400 gramos, que condimenta con mostaza de Dijon. El campeón mundial WBC del peso pesado también utiliza otros condimentos como el tabasco, que facilitan que se sienta saciado. Una rutina que se ve favorecida por la elección Arabia Saudí como lugar de preparación, por lo que el púgil británico no tendrá que adaptarse a un nuevo uso horario o las condiciones meteorológicas (si Turki Al-Sheikh no decide abusar del aire acondicionado) para la pelea que se celebrará en el recién estrenado Kingdom Arena de Riad.

Marriott ya ha trabajado anteriormente con Fury, que afronta el primer combate de la historia con los cuatro títulos del peso pesado en juego. A la hora de la planificación nutricional de Fury se tienen en cuenta las particularidades del de Mánchester, un mastodonte de 2,06 m cuyo peso ha oscilado de los 112 kg que marcó para su combate con Wladimir Klitschko en 2015, a los 126 kg que dio en noviembre de 2023 para medirse a Ngannou. Militar en el peso pesado ha favorecido la escasa disciplina de Tyson Fury, que al no estar obligado a marcar un peso máximo ha podido evitar los temidos recortes de peso. «The Gypsy King» busca recuperar su hambre de victoria ante un rival que no le perdonará ninguna concesión.

LA DIETA DE TYSON FURY, AL DETALLE

Al despertar: Suplementos de vitamina C, colágeno y café negro.

Desayuno (8:00): Dos rebanadas de pan tostado de masa madre, mantequilla de aguacate untada con tabasco de ajo fresco y pimienta negra. Tres huevos completos. Tomates y 250 gramos de carne de ternera picada, o avena y proteínas con nueces frescas y semillas de chía, o una tortilla grande.

Después del entrenamiento matinal (11:00): Granola proteica, yogur griego desnatado y arándanos.

Comida (14:00): Dos pechugas de pollo y 125 gramos de arroz. Ensalada griega de queso feta.

Merienda (16:00): Cinco tortas de arroz, mantequilla de maní natural y una ración de sandía. Proteína de suero.

Cena (18:00): 500 gramos de patatas asadas. Filetes de carne de 400 gramos, con mostaza de Dijon. Verduras asadas (brócoli, espárragos y remolacha).

Última ingesta del día (20:00): Yogur griego desnatado, mantequilla de maní y esencia de vainilla.

Otros suplementos: Dextrina en polvo, magnesio y Omega 3 (Aceite de pescado atlántico).