Daniel Pi
@BastionBoxeo

Hace seis meses, el oro olímpico británico y entonces campeón mundial del peso pesado Anthony Joshua (23-1, 21 KO) tuvo el más amargo de los debuts en Estados Unidos al padecer una de las derrotas más inesperadas de la historia de la división máxima al sucumbir por KOT en el séptimo asalto contra el estadounidense de origen mexicano Andy Ruiz (33-2, 22 KO). Seis meses más tarde, en el Arena de Diriyah (Arabia Saudí), Joshua se desquitó de ese doloroso tropiezo logrando una victoria crucial en el combate de revancha, en el que, con una excelente actuación de boxeo dinámico y conservador, venció por clara y merecida decisión unánime a Ruiz para volver a ostentar los cinturones mundiales WBA, WBO e IBF del peso pesado. Las tarjetas fueron de justo doble 118-110 y un 119-109.

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El choque comenzó de forma muy positiva para los intereses de “AJ”, que con una dura derecha le provocó un corte cerca de su ojo izquierdo a Ruiz. Por lo demás, en el primer round, Joshua pareció veloz, dando eficaces pasos atrás y manejando bien sus rectos, pero sin alejarse en exceso del centro del ring. Esta tendencia se mantuvo en el segundo round, moviéndose con fluidez, jabeando y buscando la ocasión para su gancho zurdo y su derecha, aunque también padeció un corte cerca de su ceja izquierda por un directo de mano adelantada de un Ruiz que aceleró un tanto sus pasos.

No obstante, aunque Ruiz estaba acercando más hacia las cuerdas a Joshua, el británico eludió muchos puños con buenas esquivas dinámicas y siguió anotando con sus rectos. Y es que desarrollándose la pugna en la distancia larga y media-larga, Joshua podía hacer valer su superior técnica y la velocidad que le ha dado reducir su musculatura, viéndose limitado Ruiz a impactar sus manos cuando las acciones quedaban reducidas muy brevemente a la distancia más corta, por ejemplo en ciertos momentos del cuarto round.

El campeón necesitaba un ajuste, puesto que su eficacia era muy reducida y esporádica pero, más allá de aislados crochés o de algunos ganchos entre agarres, su ineficaz persecución continuó ante un Joshua que no desplegaba muchos golpes de poder aunque jabeaba con constancia, impactaba algunas derechas y curvos zurdos y que saltaba al clinch en cuanto su oponente quedaba situado próximo a él.

Siendo evidente que estaba por detrás en las tarjetas, Ruiz tomó más riesgos y logró impactar algunos peligrosos ganchos en cruces de golpes en el octavo round, ayudando a que el combate se hiciese más tenso pero no logrando prolongar sus éxitos en los siguientes asaltos. Finalmente, Joshua, que a diferencia de anteriores ocasiones no padeció un bajón físico, siguió desplazándose por el cuadrilátero, frustrando las pretensiones ofensivas de Ruiz y llegando con sus manos, destacando una potentísima derecha en el duodécimo round que su contrincante encajó sin problemas.

Muchos consideraban que si Joshua perdía esta revancha su carrera padecería un revés crítico, del que quizás no llegaría a recuperarse, pero que si conseguía vencer no sólo volvería a la posición en la que estaba sino que el potencial económico de los mayores combates posibles en la división podría llegar a verse aumentado. Sea así o no, el hecho es que todas las conversaciones que se sostenían antes de que la primera pugna destruyese los planes se recuperarán ahora, con Joshua y su promotor volviendo a poner su vista en mayúsculas peleas contra Deontay Wilder y Tyson Fury para intentar proclamarse número 1 indiscutible de la división del peso pesado.

De todos modos, no se tiene que perder de vista que se apunta que el cumplimiento de las defensas obligatorias podría solaparse obligándole a renunciar a una o incluso dos de sus coronas, por lo que quizás antes de poder aspirar a ser monarca indiscutido tenga que recuperar los títulos abandonados. Además, Ruiz aspira a que se produzca el combate que complete una trilogía.

Hunter-Povetkin, empate. Victorias de Whyte, Hrgović, etc.
Antes de que diese comienzo el Ruiz-Joshua II, el prospecto estadounidense del peso supermedio Diego Pacheco (8-0, 7 KO) terminó en el primer asalto con el tanzano Selemani Saidi (20-16-5, 15 KO), al que dejó tendido en la lona sin respuesta al impactar un brutal derechazo en un cruce.

Respecto al que en principio iba a ser el combate coestelar, la eliminatoria WBA del peso pesado entre el estadounidense Michael Hunter (18-1-1, 12 KO) y el ruso Alexander Povetkin (35-2-1, 24 KO), el enfrentamiento terminó con resultado de empate, siendo las puntuaciones de un 115-113 para cada uno y un 114-114.
Al comienzo, Hunter logró buenos resultados estremeciendo con su directo a Povetkin, pero el veterano utilizó su característico boxeo de embestidas y su habilidad en los cruces para imponer sus crochés y sus ganchos, llegar a dejar tocado a su oponente (por ejemplo, en el quinto round) y ponerse por delante. Sin embargo, al llegar la pelea al último tercio Hunter acortó la diferencia, produciéndose finalmente repetidos clinches y golpeos desordenados en corta que certificaron la igualdad del duelo.

Unas horas después de que UKAD decidiese exculpar al peso pesado Dillian Whyte (27-1, 18 KO) pese a haberse encontrado restos de esteroides en un test, (UKAD da por bueno que los esteroides llegaron a su cuerpo por un suplemento), este púgil consiguió una victoria más trabajada de lo esperado ante el polaco Mariusz Wach (35-6, 19 KO), al que derrotó por decisión unánime y excesivas puntuaciones de doble 97-93 y 98-93.
El enfrentamiento estuvo contendido, ya que, si bien Whyte conectó los mayoría de los mejores golpes por round con su gancho de mano adelantada y eventuales breves combinaciones, Wach sostuvo un trabajo más constante, llegó con claros directos y aprovechó el escaso ritmo y el mal estado de forma de su rival para mantener nivelado el encuentro, llegando a estremecer a su adversario.

Por su parte, el joven prospecto británico del peso pluma Ivan Price (1-0, 1 KO) tuvo un exitoso debut al vencer por KOT en el tercer asalto al tanzano Swedi Mohamed (12-7-2, 3 KO). El zurdo Price se mostró eficiente en todos los ámbitos, presionando y alcanzando claramente a su rival pero permaneciendo atento en tareas defensivas, anotando así puños nítidos, especialmente con su recto de izquierda, que anularon a Mohamed hasta tal punto que terminaron por llevar al tercer hombre a detener la contienda más por la gran diferencia entre los contendientes que por estar el africano desarbolado.

También logró una victoria antes del límite una de las grandes promesas de la categoría del peso pesado, el croata Filip Hrgović (10-0, 8 KO), que se impuso por KO en el tercer asalto al exretador mundial Eric Molina (27-6, 19 KO). En el combate se mezcló un recurrente uso de golpes de Hrgović a la parte trasera de la cabeza con el limitado deseo de pelear de Molina, más preocupado por buscar una escapatoria que por contestar.
El europeo controló las acciones con su derecha recta, pero Molina cayó dos veces a la lona sin que el árbitro realizase cuenta, considerando en ambas ocasiones que el causante había sido un golpe ilegal, aunque tampoco le quitó un punto a Hrgović. Finalmente, Molina sufrió un knockdown en el segundo round por un directo a la cabeza acompañado por un gancho zurdo abajo y otro en el tercer episodio por un derechazo a la parte trasera de la cabeza, si bien el tercer hombre completó la cuenta y decretó el KO.

En el combate que abrió la emisión de DAZN, el peso pesado azerí de gran carrera amateur Magomedrasul Majidov (2-0, 2 KO) derrotó por KOT en el segundo asalto al británico Tom Little (10-8, 3 KO). El invicto llevó la iniciativa y buscó sus golpes de poder desde el inicio contra un Little que pronto terminó en las cuerdas, derribándolo Majidov en el segundo round con un croché diestro y posteriormente hostigándolo para obligar al árbitro a detener el encuentro.