La gala celebrada la pasada madrugada en New Jersey (Estados Unidos) no pasará a la historia por su gran calidad boxística, pero sí que podemos sacar algunas conclusiones de ese gran placer que supone que no hayamos pasado el fin de semana navideño sin pugilismo.

El cubano Yoelvis «La Joya» Gómez (5-0, 5 KO) fue el gran vencedor del evento, al noquear a Clay Collard (9-6-3, 4 KO) en el primer asalto, tras un aluvión de golpes que comenzó con un espectacular golpe curvo de impredecible trayectoria. Es la segunda vez que Collard pierde antes del límite, algo que tan solo había sucedido ante Bektemir Melikuziev. Habrá que seguir a este zurdo cubano residente en Las Vegas, que cuenta con 24 años y demostró tener una mezcla de pegada, técnica y sentido de la distancia no muy común en alguien de tan corto recorrido profesional.

Los genes son parte de estas habilidades de Gómez, ya que Yoelvis es hijo de José Gómez (a veces llamado Jovani), que en el periodo de 1978-1980 se alzó con las medallas de oro en el Campeonato del Mundo de Belgrado, los Juegos Panamericanos de San Juan y los Juegos Olímpicos de Moscú. Es conocido por ser uno de los mayores pegadores de su época, no estando exento de técnica, pese a militar en la categoría media. Nunca dio el paso al deporte profesional, como es habitual en los púgiles de la isla de Cuba.

En la pelea de fondo del evento, el jovencísimo Vito Mielnicki Jr (10-1, 7 KO) venció por KO técnico en el décimo round, último del duelo, a Nicholas DeLomba (16-4, 5 KO), en un rendimiento más eficaz que brillante. A sus 19 años, hay mucho tiempo y bastantes detalles que pulir para Mielnicki, que combatía en su ciudad.