Daniel Pi
@BastionBoxeo

Sin lugar a dudas esta fue la pelea más dura de la carrera del top 5 de todos los pesos Naoya Inoue (19-0, 16 KO) (en la imagen) pero, a pesar de quedar tocado y de padecer un corte por puño que podría haber supuesto perfectamente la detención, logró una victoria unánime ante un Nonito Donaire (40-6, 26 KO) que, aunque en teoría está cerca de su retiro, ofreció una actuación en la que mostró una resistencia sobrenatual, favoreciendo con ello que el enfrentamiento fuese absolutamente espectacular, otro candidato más a mejor del año. Las puntuaciones fueron de 117-109, 116-111 y 114-113, valiéndole estas a Inoue la proclamación como monarca unificado WBA-IBF del peso gallo y la victoria en la final del torneo World Boxing Super Series.

“Monster” Inoue empezó el combate impactando algunos peligrosísimos puños, como un gancho zurdo y un directo diestro, pero Donaire mostró su voluntad de victoria avanzando siempre que pudo y buscando conectar su mano adelantada en directo y hook. El buen comienzo desembocó en un segundo round todavía más interesante, con Donaire llegando con un fuerte gancho de mano adelantada que abrió un corte en el párpado derecho del local. Espoleado, el filipino salió al tercer round buscando presionar más, pero las esquivas de Inoue, su gran control de los espacios y su seco jab neutralizaron en gran parte el peligro de su rival.

Hasta después de bastantes rounds, extrañamente, no hubo ningún plano claro que mostrase el corte, pero este parecía ya entonces bastante serio, si bien Inoue siguió tirando de su excelente solvencia técnica para vencer en el boxeo sin iniciativa y al contragolpe a un Donaire que iba a por todas y que ofrecía acciones peligrosas con frecuencia. El extraordinario despliegue del japonés fue a más en el quinto round, en el que dejó tocado al visitante con un temible derechazo que fue sucedido por un amenazante hostigamiento, aunque Donaire ofreció resistencia desesperada para conectar contundentes curvos a la contra.

Ciertamente, la ventaja en velocidad y frescura de Inoue le permitía llevarse la mayoría de asaltos con sus excelentes uno-dos y sus curvos de ambas manos, pero no podía arrojarse a un ataque definitivo teniendo frente a él a Donaire que, pese a tener la cara inflamada, siempre encontraba la manera de conectar su gran mano izquierda y esporádicas pero poderosas derechas.

El japonés pareció cometer un grave error en el noveno round, en el que intercambió golpes en corta contra un Donaire que estaba encajando todo e impactando manos con increíble potencia, agravándose el sangrado del corte de Inoue, que entonces sí fue enfocado y era muy grave, estando sobradamente justificada una detención, si bien parece que últimamente ningún árbitro le da importancia a las brechas, hasta el punto que Ernie Sharif (otro árbitro nefasto) increíblemente ni siquiera paró las acciones una sola vez para llevarle con el médico.

Más preocupante se volvió la situación para Inoue en ese citado noveno round, en el que fue sacudido por una derecha al mentón que le dejó tocado y le obligó a agarrarse, aunque en el décimo asalto reaccionó y volvió a estremecer al “Filipino Flash”, que en el penúltimo episodio se vio expuesto a un vendaval antes de que un gancho zurdo al hígado quebrase su aguante. No obstante, si bien el árbitro evitó que Inoue lo pudiese rematar poniéndose en medio, Donaire no había puesto todavía la rodilla en la lona, algo que sí hizo unos segundo después.

Sea como sea, aunque se levantó y en lo que restó continuó contestando, Donaire fue sometido a un castigo tremendo a manos de uno de los mayores pegadores peso por peso, cosa que podría tener repercusiones en la salud de un boxeador veterano y que ha estado en duras guerras pero que no le impidió en el combate que siguiese luchando hasta el final.

Con dos de las coronas de la división en su poder, Inoue afianzará su posición como número 1 del peso gallo en las listas extraoficiales, pareciendo inevitable que ahora sitúe como su objetivo capturar uno de los dos cinturones restantes: el WBC de Oubaali o el WBO de Zolani Tete. Quizás, por la voluntad de desquitarse del tropiezo sufrido por su hermano Takuma Inoue en el semifondo, Naoya podría apuntar prioritariamente a Oubaali, pero es poco probable que el Consejo Mundial de Boxeo dé permiso para un choque entre monarcas antes de la defensa obligatoria de su campeón ante el vencedor del Nery-Rodríguez. Sea como sea, el peso gallo no ha visto zanjada todavía su interesantísima competencia en la cumbre, sino que el Inoue vs. Donaire parece que solamente ha abierto espléndidamente una fase de, si cabe, aún mayor potencial.