Daniel Pi
@Bastionboxeo
Si bien Jarrett Hurd (19-0, 13 KO) había tenido un buen bagaje amateur, cuando debutó como profesional no eran muchos los que veían en él a una gran promesa. Por ello, cuando le llegaron las primeras pruebas de fuego ante Frank Galarza y el olímpico Óscar Molina muchos esperaban que cayese derrotado, pero Hurd se impuso por nocaut técnico y demostró que se equivocaban.
Así, y tras una victoria ante el exretador Ionut Dan Ion, Hurd alcanzaba una eliminatoria que, inesperadamente, se convirtió en combate por el cinturón mundial IBF superwélter dejado vacante por Jermall Charlo, aunque, de nuevo, no todos lo consideran favorito.
En cambio, el coaspirante Tony Harrison (24-1, 20 KO) ha sido valorado desde su debut como una estrella emergente. Entrenado por el fallecido Emanuel Steward y habiendo resuelto de sus veintiuna primeras peleas dieciocho antes del límite, todas sin superar el tercer asalto, Harrison adquirió una moral y un prestigio que se convirtieron pronto en exceso de confianza. Por ello, cuando parecía inminente que disputase el mundial, Willie Nelson lo superó en nueve asaltos.
Posteriormente, Harrison ha logrado buenas victorias, la última ante Sergey Rabchenko, pero no se han llegado a disipar las dudas. Y es que se piensa que sus enérgicos comienzos le llevan a sufrir en los tramos finales. El propio Hurd lo afirmó en la conferencia de prensa: «Sé que en los rounds posteriores va a ralentizarse, por lo que puedo verme consiguiendo un nocaut tardío o una decisión unánime». Conociendo estas valoraciones Harrison insistió en su excelente condición, dado que ha sido el principal objetivo de su preparación: «El campamento de entrenamiento ha sido magnífico. Hemos centrado este campamento en conseguir la mejor forma (física) que pudiésemos. Nada que valga la pena tener viene de manera fácil. Hemos trabajado duramente desde que salía hasta que se ponía el sol».
Sea como sea, el duelo es parejo y no se puede afirmar con seguridad cómo se desarrollará. Y es que, aunque Hurd indicó que intentará marcar el ritmo y usar su jab, nada puede darse por sentado en lo concerniente a uno de los boxeadores más versátiles de toda la categoría, perfectamente capacitado para intercambiar golpes en corta, dominar desde la distancia larga o contragolpear con precisión. En cambio, Harrison, desde su derrota ante Nelson, suele desplegar un boxeo conservador aprovechando su altura y envergadura para imponer el jab y aisladas derechas rectas, aunque, teniendo Hurd la misma estatura y alcance y mucho más recursos que él, deberá mostrarse más agresivo e intentar hacer valer su pegada, principal cualidad con la que cuenta y que quizás podría marcar la diferencia en este enfrentamiento parte de la velada del Wilder-Washington.
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