Daniel Pi
@BastionBoxeo

Además de ser, sobre el papel, una de las mejoras peleas posibles que actualmente se podían pactar en el peso supermedio británico, el choque de este sábado en el O2 Arena de Londres (Reino Unido) entre James DeGale (25-3-1, 15 KO) y Chris Eubank Jr. (28-2, 21 KO) era uno de los combates más importantes de las carreras de estos dos boxeadores sin margen para los fallos, duelo decisivo que se resolvió finalmente con una clara victoria de Eubank por decisión unánime que refuerza enormemente sus aspiraciones y que supone un golpe devastador para el derrotado.

Las puntuaciones para esta pelea con acción pero desordenada y poco lucida fueron de 114-112 (incomprensiblemente generosa con DeGale), 115-112 y 117-109, la más justa, contabilizándose en las tarjetas dos knockdowns sufridos por DeGale y el descuento de un punto a Eubank.

Un corte alrededor del ojo izquierdo por un choque de cabezas en el primer asalto fue un mal comienzo para DeGale, pero esto no fue tan negativo para sus intereses como lo que padeció en el segundo round, puesto que, al quedar tocado por una derecha, Eubank le conectó un potente croché zurdo y un fuerte gancho diestro al rostro que le arrojaron sobre las cuerdas, considerando el árbitro que éstas habían evitado que tocase el suelo.

Al margen de estos hechos, DeGale trataba de impactar manos aisladas en directo, muchas veces en precipitadas arremetidas sucedidas por clinch, mientras que Eubank, con sus enormes limitaciones tácticas y técnicas, aguardaba el momento de tirar un golpe de poder que pudiese dañar el mermado encaje de “Chunky”. Por ello, como no presionaba, cuando las toscas manos de Eubank no hacían diana, DeGale podía imponer su precisión, pero en cuanto “Junior” alcanzaba a su rival éste padecía todo tipo de dificultades.

Como la diferencia en contundencia y resistencia a los golpes era muy grande, los asaltos fueron cayendo del lado de Eubank, a la vez que por impresión general DeGale, que fue estremecido en casi cada round, parecía estar cada vez más lejos de la victoria a pesar de que su contrincante usaba sus piernas de forma extremadamente deficiente y lanzaba sus puños en trayectorias muy amplias y sin control.

Al entrar en el último tercio Eubank se había asegurado prácticamente el triunfo en las tarjetas, a la vez que DeGale había sido encerrado y hostigado en las cuerdas varias veces, complicaciones que no fueron las últimas, ya que en el décimo asalto volvió a ser desarbolado por un gancho zurdo y a sufrir otra cuenta tras varias andanadas. No obstante, esta caída fue compensada en el undécimo asalto por el descuento de un punto a Eubank por arrojar a la lona con un brusco empujón al excampeón.

En cualquier caso, los problemas de DeGale, que sufrió brutales curvos hasta el final, no fueron a más, pero dejaron las cosas todavía más claras sobre quién había sido superior sobre el cuadrilátero.

Al terminar el enfrentamiento, DeGale no quiso anunciar su retiro sin más, pero con sus palabras sugirió que es casi seguro que esta haya sido la última pugna de su trayectoria profesional. Así posiblemente concluye una carrera que, si bien le ha visto coronarse campeón mundial y dejar buenos combates, termina dejando sin cumplir un buen puñado de expectativas, ya que cuando este oro olímpico debutó en el boxeo rentado se hicieron proyecciones extraordinarias.

Por su parte, el siempre criticado Eubank logra, de lejos, el éxito más meritorio en sus siete años como boxeador profesional, una victoria que, aunque llegó en un choque embarrado, con empujones y cabezazos, aleja la sombra de una crisis severísima y le permite soñar, esta vez con realismo y no guiado por su exceso de autoestima, con choques del máximo relieve en el peso supermedio, siendo más que posible que la cúpula de PBC le empuje hacia un mundial por el WBC o por la IBF. Asimismo, aunque será difícil de pactar de nuevo, no se puede pasar por alto la posibilidad de una pelea de revancha ante Billy Joe Saunders que ninguno de los dos descarta y que les daría muy buenos beneficios económicos.

Otros resultados del evento
El excampeón mundial del peso pluma Lee Selby (27-2, 9 KO) tuvo que trabajar duro para vencer en su debut en el peso ligero al competente estadounidense Omar Douglas (19-3, 13 KO), que le provocó dos cortes con sus embestidas con la cabeza y que tuvo momentos de acierto con su presión pero que fue vencido de forma sostenida por el dinamismo, los contragolpes y las buenas acciones defensivas del púgil británico. La victoria de Selby llegó por decisión unánime y cartulinas de doble 116-112 (acertadas) y de 115-114, tarjeta excesivamente ajustada.

Por otro lado, el insigne prospecto del peso pesado Joe Joyce (8-0, 8 KO) mantuvo su 100% de victorias antes del límite vapuleando, derribando y batiendo por KOT en el sexto asalto a un Bermane Stiverne (25-4-1, 21 KO) con una pésima condición física y que, como se esperaba, se limitó a intentar sobrevivir todo el tiempo que pudo.