Daniel Pi
@BastionBoxeo

Que el boxeo femenino está experimentando una fuerte expansión es algo que se ha hecho aún más evidente desde que se ha producido el debut profesional de la primera generación que pudo participar en unos Juegos Olímpicos, en Londres 2012 y Río 2016. Medallistas olímpicas como Katie Taylor, Nicola Adams o Marlen Esparza o simples participantes como Mikaela Mayer o Savannah Marshall son sólo unos pocos nombres de este impulso, púgiles que respectivamente han firmado por empresas tan poderosas como Matchroom Boxing, Queensberry Promotions, Golden Boy Promotions, Top Rank y Mayweather Promotions y que están ocupando cada vez papeles más importantes en veladas destacadas.

De todos modos, ninguna compañía tiene tan clara esta apuesta como la que dirige el exboxeador Dmitry Salita, Salita Promotions, que ha añadido numerosas púgiles a su escuadra y que ha ido más allá con fichajes que preparan una de las mejores peleas posibles en el boxeo femenino. Y es que poco después de contratar a la doble oro olímpico y doble oro mundial Claressa Shields (4-0, 2 KO) (en la foto), actual monarca unificada del peso supermedio y tildada como una de las mejores boxeadoras amateur de la historia, hizo lo propio con la imbatida campeona unificada y número 1 del peso medio Christina Hammer, dejando claro que iba a construir la base para una confrontación entre ambas.

El primer paso para ello era situarlas este viernes en un mismo evento televisado, pero problemas con el visado de Hammer aplazarán esta comparación hasta más adelante en la temporada. Aun así, Shields no va mantenerse hasta entonces a la espera sino que afrontará una defensa de sus cintos WBC e IBF ante una veterana con seis veces más rounds disputados que ella como Tori Nelson (17-0-3, 2 KO), a la que se medirá el viernes en el duelo principal de un evento organizado en el Turning Stone Resort & Casino de Verona (Estados Unidos) y retransmitido por Showtime, cadena que tuvo como primer enfrentamiento estelar femenino de su historia la segunda pugna como profesional precisamente de la ahora doble monarca.

Aunque la cadena quiere explotar su inversión con grandes actuaciones de Shields y dar alas a un aprovechamiento del pugilisimo femenino más extenso, esto no ha impedido que se le intente poner en frente a las rivales más complicadas posibles, al contrario lo ha estimulado, si bien esto quizás no sea decir demasiado en una división del peso supermedio con una crónica falta de boxeadoras. En cualquier caso, de entre todas las aspirantes se ha escogido a la mejor posible, una contrincante imbatida, con siete años de carrera y que por el camino ha superado, entre otras, a la campeona Kali Reis, a la prospecta Alicia Napoleon o a la icónica Mia St. John, aunque batió a ésta cuando estaba a un paso del fin de su larguísima carrera.

Con una victoria contundente ante Nelson, Shields expandirá la legitimidad de su reinado y demostrará con mayor firmeza sus grandes capacidades para afrontar cualquier reto. Con todo, su triunfo es el resultado esperable siendo diecinueve años más joven que su rival, contando con un bagaje conjunto entre profesional y amateur de mayor calidad y siendo mucho más veloz, potente y, sobre todo, técnica. En adelante, sólo la perspectiva de un choque ante Hammer debería mantenerla motivada a no ser que se produzcan ascensos de división mencionables por parte de púgiles que actualmente militan en el peso medio o incluso en el peso superwélter.