Daniel Pi
@BastionBoxeo
Todo el mundo conocía el plan y aguardaba su ejecución: con una victoria de “Chocolatito” González sobre el entonces retador Wisaksil Wangek (44-4-1, 40 KO) «Srikaset Sor Rungvisai» en marzo y un rodaje en fechas similares por parte de Juan Francisco Estrada (36-2, 25 KO) para sacudirse la inactividad, el esperadísimo choque de revancha entre el nicaragüense y el mexicano se produciría a continuación para decidir al número 1 de la categoría del peso supermosca, aguardándole al vencedor una unificación ante el formidable Naoya Inoue. Con todo, como sabemos, este camino trazado en la mente de promotores, cadenas, expertos y aficionados no se convirtió en realidad. De hecho, en un año la situación en la división ha sufrido un brusco cambio.
La controvertida derrota de González ante Wangek (también conocido como Srisaket Sor Rungvisai) fue sucedida por un combate de desquite en el que el imbatido top 5 de todos los pesos fue noqueado en cuatro asaltos, demoliéndose su aura de imbatibilidad, mientras que el japonés Naoya Inoue, tras un debut estadounidense ante un rival asequible para su nivel, se despedía de la división el 30 de diciembre batiendo a Yoann Boyeaux, encaminándose al peso gallo.
Por ello, la industria tuvo que adaptarse rápidamente para aprovechar el nuevo statu quo, algo que se tradujo en la realización de un nuevo evento en Estados Unidos, televisado por HBO y protagonizado por insignes boxeadores de las divisiones más ligeras, velada llamada SuperFly 2, que se desarrollará este sábado en el Forum de Inglewood (Estados Unidos) y que contará como combate estelar con el campeonato mundial WBC del peso supermosca entre Wangek, ahora considerado el dominador de la categoría, y el excampeón unificado del peso mosca Estrada, el aspirante número 1 del supermosca en la actualidad.
Además de ser sobre el papel el mejor combate posible en la división, siendo complicado que se pueda producir un choque más interesante este año en los 52,2 kg, sobre el ring el campeonato debería dejarnos una formidable batalla, con un temible noqueador tailandés de imparable avance midiéndose a un mexicano con formidable técnica y variados recursos que será favorito en las casas de apuestas por una minúscula diferencia.
Sobre el desarrollo que la pelea tendrá, éste parece evidente, con Wangek presionando buscando sus golpes de poder y “El Gallo” Estrada manteniéndose dinámico y contragolpeando, pero Román “Chocolatito” González no ha dejado de advertir al sonorense: “Lo que tiene que hacer Estrada es moverse durante toda la pelea y no quedarse con Wangek. Si se para, será muy peligroso”.
Obviamente, quien más consciente es del combate que tiene que realizar es el propio Estrada, que confía plenamente en su inteligencia y en sus habilidades para hacerse con la victoria e incluso para apuntar a un tardío nocaut, estando motivada su condición de favorito por el hecho de que muchos creen que su superior juego de piernas, su gran gestión de la distancia, su ventaja en alcance y su enorme velocidad se traducirán en un martirio para Wangek, que no tiene la mejor de las defensas y que tendrá que pagar una precio muy elevado en su intento por acortar la distancia.
En cualquier caso, menospreciar al campeón WBC a estas alturas no podría ser más inapropiado, ya que si pudo quebrar la resistencia del fortísimo González ningún reto le viene grande, no pudiéndose descartar que Estrada se vea también sobre el ring en una pesadilla, en la que sus rectos no le permitan mantener los espacios y en la que los devastadores ganchos de Wangek disminuyan su movilidad, forzándole a una pelea en corta en la que el púgil nacido en la provincia tailandesa de Sisaket, con la increíble cifra de 40 triunfos antes del límite en 44 combates, vuelva a romper los pronósticos y agrande decisivamente su ya fantástico legado.
En la ceremonia de pesaje Wangek dio 52,100 kg y Estrada 52,200 kg, límite exacto del peso supermosca.
