Daniel Pi
@BastionBoxeo

El ruso Sergey Kovalev (32-2-1, 28 KO) y el colombiano Eleider Álvarez (23-0, 11 KO), los dos contendientes este sábado en el mundial WBO del peso semipesado, han encontrado un mismo boxeador que ha marcado decisivamente el desarrollo de sus carreras en los últimos años. Habitualmente cuando se señala que un púgil ha condicionado la trayectoria de otro suele ser porque ha logrado derrotarlo en un enfrentamiento decisivo, pero este no es el caso de Kovalev y Álvarez, que han visto sus pasos supeditados a las decisiones de un boxeador que no ha querido enfrentarse a ellos, el campeón WBC Adonis Stevenson.

Granjeándose una atroz fama que le ha relegado a una posición secundaria en las conversaciones sobre la categoría del peso semipesado (si bien muchos grandes medios siguen considerándolo el número 1 de la división), Stevenson ha evitado cualquier combate crucial durante todo el tiempo que ha podido, siendo especialmente duros contra él por ello Bernard Hopkins y Jean Pascal, no comprendiendo el primero cómo no quiso medirse a un boxeador de casi 50 años y el segundo cómo rechazó una enorme bolsa para pugnar en un choque muy reclamado por el público canadiense.

En cualquier caso, mucho más grave resultó el caso de Kovalev, que ni siquiera cuando tuvo los tres cinturones de la división logró pactar un encuentro ante Stevenson, que buscó todas las triquiñuelas posibles para evitarlo, incluso llamar a una subasta sin negociación para forzar la retirada de la promotora de “Krusher”, que no podía competir con el dinero de PBC ni arriesgarse a perder su contrato con HBO. Por su parte, Álvarez aguardó su oportunidad ante Stevenson como aspirante oficial durante más de dos años y medio sin que se concretara, jugando un papel clave el rechazo del campeón a medirse a él, pero también la inacción del WBC, el juego de intereses del promotor de ambos (Yvon Michel) y la propia ambición económica del colombiano, siempre dispuesto a cobrar una buena suma de step-aside.

Abandonando por el momento ambos la perspectiva de lograr enfrentarse a Stevenson, Kovalev y Álvarez pelearán este sábado en el Hard Rock Hotel & Casino de Atlantic City (Estados Unidos) en uno de los mejores combates posibles de la categoría actualmente y, por lo tanto, en uno de los mejores duelos del año en el peso semipesado, en el que tratarán de demostrar el uno ante el otro lo que “Superman” ha querido evitar durante tanto tiempo.

Por lo que se refiere al desarrollo del combate, tanto Kovalev como Álvarez son dos púgiles que como mejor se desenvuelven es combatiendo con espacios desde la distancia larga, desde donde buscan las mejores oportunidades para conectar sus precisos rectos. Así, parece que el combate podría desarrollarse de manera bastante táctica, con medidos y decisivos golpes aislados, en el que quien logre imponer su jab tendrá muchísimo terreno ganado, contando ambos con una muy buena mano adelantada en directo. Es por todo esto que las apuestas no están totalmente decantadas, teniendo, eso sí, Kovalev una ventaja por su incontenible pegada y su excelente estado de forma actual, ya sin dar cabida al tabaco ni al alcohol desde que tuvo un accidente de coche e hizo una visita a un monasterio griego.

Pese a ello, el invicto Álvarez es un boxeador que posee una técnica excelente y grandes reflejos, con una capacidad formidable para encontrar los huecos para su excelente derecha recta, siendo el poder de sus puños infravalorado al igual que su versatilidad y su gran posicionamiento, de modo que aunque se espera que eventualmente el martilleante jab y el brutal uno-dos de Kovalev rompan el combate, el monarca WBO perfectamente se podría ver en una de sus peleas más complejas por la habilidad de un “Storm” consciente de que está ante la mayor oportunidad de toda su carrera.

La romana fue parada por Kovalev en 78,925 kg y por Álvarez en 79,106 kg, estando listo ya todo para este enfrentamiento del peso semipesado (79,4 kg). La emisión para Estados Unidos del Kovalev-Álvarez y su semifondo, el Bivol-Chilemba, estará a cargo de HBO, siendo la hora de inicio las 4:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española.