Durante unos meses después de iniciarse el conflicto bélico en Ucrania, el Consejo Mundial de Boxeo fue rigurosísimo con los boxeadores rusos y bielorrusos, vetándoles de cualquier título sancionado por este organismo.

El propio presidente Mauricio Sulaimán fue el abanderado de esta postura, dejando claro en cada ocasión que tenía que la postura del WBC era inamovible, haciendo que deportistas rusos que ni siquiera residían en ese lugar desde hace años pagasen las consecuencias de un problema diplomático ajeno a ellos.

Aquí en ESPABOX nos hacíamos eco de cómo el Consejo vetaba la unificación total del peso semipesado y la posterior petición para reconsiderar la postura sobre este encuentro de rusos, aunque uno de ellos con nacionalidad y residencia también canadiense, Artur Beterbiev y Dmitry Bivol.

Sin embargo, como es costumbre en el otrora estamento más prestigioso del boxeo mundial, donde dije digo, digo Diego. Esta semana en Londres, en la presentación del citado duelo de unificación total, Sulaimán se hallaba presente en la rueda de prensa para mostrar un cinturón conmemorativo. Por supuesto, sin objetar en absoluto ese pleito que hace pocos meses se negaba a sancionar.

Las declaraciones de Sulaimán en Londres indican que el cambio de rumbo carece de justificación alguna pese a que todo sigue igual en la guerra, suponiendo una huida hacia adelante del mandamás del WBC: “No voy a hablar de nada diferente al boxeo. Estoy feliz y orgulloso de que seamos parte de esta pelea que todo el mundo quiere ver, que ambos boxeadores merecen y que nos dará un campeón indiscutido. Seguiremos sin sancionar combates en Rusia, estamos a favor de la paz en un momento tan delicado en el mundo. No voy a hablar de política, Bivol es un gran ser humano y estoy contento por él y por Beterbiev”.