Muchos aficionados al boxeo son conscientes de que uno de los obstáculos que ha habido en este último año para unificar totalmente la división del semipesado es la postura del Consejo Mundial de Boxeo.

El organismo no quiere sancionar el título porque, tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, vetó a los rusos de cualquier opción de ceñirse sus cinturones. Por eso no aceptaba que en un duelo con Dmitry Bivol su cinturón estuviera en juego (recordemos que este nació en el actual Kirguistán, justo a punto de caer la URSS, de orígenes moldavo-coreanos, y no se asentó en Rusia hasta pasada su infancia). Su residencia habitual está entre San Petersburgo y California, según su actividad boxística.

Sin embargo, los de Mauricio Sulaimán no han puesto pega alguna a tener como campeón a Artur Beterbiev, que nació en Daguestán, parte de la Rusia actual, aunque hace años que adquirió la nacionalidad canadiense y reside allí desde hace una década. Solía ser presentado como ruso-canadiense hasta el conflicto bélico, cuando se empezó a omitir su origen para que el WBC no les mirase mal y pusieran en riesgo ese título.

Vadim Kornilov, representante de Bivol, cree que el combate podría celebrarse en primavera si Beterbiev solventa su defensa contra Callum Smith a principios de año y, en ese caso, Sulaimán no querría apartarse de un duelo tan esperado y popular (algo que ya ha dejado entrever). Por eso, Kornilov está convencido de que «habrá una excepción por parte del WBC, no creo que nadie ponga obstáculos a un combate de tal magnitud y todos querrán ser parte de ello».