Antonio Salgado

Tercera parte
Segunda parte
Primera parte

Ya habíamos dejado constancia en el capítulo anterior que Nicolás Santana «Young Ciclone», nacido en Las Palmas, se convertía, con el tiempo, en el primer campeón de España, del campo profesional, que iba a tener Canarias, militaba en la categoría de los pesos plumas.

Por el coso taurino santacrucero comenzaron a desfilar figuras del pugilismo español: Canet, Safont, Pedro Ros, Valle, Montenegro. Montenegro procedía de Las Palmas y, según los que le vieron actuar, “era uno de los mejores boxeadores que ha proporcionado el Archipiélago”. Siguiendo en el recuerdo, y ahora con púgiles canarios, en general, hemos de mencionar a Martín Álamo, con su “maravillosos juego de piernas” y buena pegada en ambos puños. Los hermanos Abreu, muy apreciados por su bravura y por su temple. Vadita, un gran estilista. Nazario de Armas, anterior a ellos, de brillante estilo. Camilo Bello. La figura de Agustín Santana, que pudo ser el primer campeón de España, nacido en Canarias, pues le sobraban condiciones y pegada, pero “abusó de las diversiones” y perdió la gran oportunidad en Madrid, cuando derribó varias veces a Mateo de la Osa, hasta que éste, de un golpe, le despachó…

Año 1945. Allá, en Estados Unidos, brillaban por encima de todos los pugilistas, un trío excepcional: Joe Louis, Ray Sugar Robinson y Archie Moore; en Europa, el francés Marcel Cerdan; En España; Ignacio Ara y los dos famosos Luises: de Santiago y Romero.

El año que hemos mencionado va a marcar un hito en la historia del pugilismo en Canarias. Por primera vez nuestros púgiles acuden, en equipo, a los Campeonatos Nacionales de Boxeo Amateur. No tienen suerte, es verdad, pero van a ser los pioneros de unas expediciones que, en el futuro, se orlarán con el simbólico laurel de las victorias. Aquellos campeonatos se van a celebrar a los pies de La Giralda y de la Torre del Oro, Sevilla, que desde aquella fecha apenas ha repetido sede para idénticos torneos. La ciudad hispalense acogió, bajo el emblema de Canarias, a tres boxeadores grancanarios: González Troya Clavija, como peso pluma; Jeremías Hernández, peso ligero; y Ángel Rodríguez Rodri I, mediano ligero. Por Tenerife, Manuel Armas, peso gallo; y Antonio Cabrera Fariña, peso medio.

En efecto, no les acompañó la suerte. Todos, menos uno, fueron derrotados en la primera confrontación. Obtuvo una honrosa victoria el zurdo y majorero Jeremías Hernández, que un año más tarde, en San Sebastián, se convirtió en el primer campeón de España que daba Canarias en el campo aficionado.

Manuel Armas García, que iba representando a Tenerife, había nacido en Cuba, el 29 de enero de 1926. De La Perla de las Antillas arribó a la Farola del Mar cuando apenas contaba con tres años. A él, por su división, la de los pesos gallos, se le podría considerar como el primer púgil que subió a un ring representando a Canarias en unos Campeonatos Nacionales de Boxeo Amateur. Pero ya había combatido, en Tenerife, como profesional…

No era de extrañar, en aquellos tiempos, tales anomalías. Las distancias, la carestía de los desplazamientos, las dificultades de comunicaciones e, incluso, la picaresca, jugaban factores muy importantes para dar gato por liebre. Pero, si nos apuran, todo esto se realizaba con pillería salpicada de infinita bondad… No había mala intención. Se obraba por instinto de participación. Además, los combates profesionales que se disputaban en Tenerife eran muy sui generis. Era como un pequeño reino de improvisaciones donde cada uno se las apañaba como podía y como contrapartida al acentuado aislamiento que se padecía con las altas esferas deportivas. Así, bajo la organización del promotor Santa ella, entre otros, nuestro personaje, Manuel Armas García, con 17 años recién cumplidos, debutaba como profesional a seis asaltos de tres minutos, venciendo antes del límite a Antonio Marrero, muy ágil y técnico. La “bolsa” de Manuel Armas, no se la pierdan, 250 pesetas…

Después, ya se ha dicho, a Sevilla, representando a Canarias como amateur. Y, en realidad, ¿no lo seguía siendo con las “bolsas” que estaba percibiendo?