Manuel Sánchez nos remite este escrito para su publicación en La Tribuna. Aquí, en ESPABOX, tienen cabida todas las opiniones respetuosas que nos llegue a nuestra dirección de email (info@espabox.com).

Manuel Sánchez, presidente de la Federación Boxeo de les Illes Balears

El actual presidente de la FEB, Felipe Martínez, que resultó electo hace casi tres meses tras aprovecharse de los votos que los clubes depositaron creyendo que estaban destinados a Antonio Martín Galán, en un comportamiento que muchos no dudan en calificar de vil y traicionero, ha salido del letargo en el que está inmerso, sin coger el teléfono a gran parte de los integrantes del boxeo español, para realizar otra deleznable felonía al cesar como presidente de la Delegación de Boxeo de Castilla-La Mancha al que ha estado al frente de la misma durante los últimos quince años, Rafael De La Cruz. A pesar de sus cuatro años como mano derecha de Antonio Martín Galán, Felipe Martínez se dejó seducir a última hora por los cantos de sirena de algunos presidentes autonómicos, a pesar de que había apoyado inicialmente a Martín Galán, cuando este tenía como rival a Pedro Retuerto. Durante la campaña electoral, Felipe Martínez criticó con dureza la gestión de Martín Galán, en la que él mismo jugo un papel fundamental. Esas críticas parecen haberse vuelto en su contra, tras pedir tiempo en estos tres últimos meses sin verse los frutos, paralizando la actividad deportiva y pisando las competencias de las federaciones territoriales, delegadas por la Constitución. Los mismos que lo llevaron a la presidencia, solo con el objetivo de desbancar a Martín Galán, ya planean votar en su contra en la próxima Asamblea. Consciente de ello y por motivos personales, ha decidido cesar al delegado manchego antes de que pueda votar, temeroso que su voto no sea a su favor, pues Felipe Martínez parece que solo quiere oír opiniones favorables, despreciando a aquellos que trabajan por el boxeo pero no piensan como él.

El pasado lunes 27 de febrero una carta de la FEB notificaba el cese del Delegado de Castilla-La Mancha, que también fue enviada a la Dirección General de Castilla-La Mancha. En la misma se agradecían los servicios prestados, pero no se daba ninguna causa por la que debía ser cesado.
Por ello ha presentando una denuncia ante el Consejo Superior de Deportes contra este aprendiz de virrey en el que se ha convertido el presidente de la FEB, Felipe Martínez que no duda en utilizar cualquier medio por ilícito e ilegal que sea para intentar afianzarse en el puesto que alcanzo por medio de la indignidad y la traición. La misma reclamación también se ha presentado a la Dirección General autonómica, para que conozcan las prácticas antidemocráticas de Felipe Martínez.

Múltiples irregularidades salpican la dudosa actuación de Felipe Martínez

-El cese se ha producido por motivos personales, sin darse una justificación alguna.

-Felipe Martínez ha acabado con la independencia de los boxeadores de Castilla-La Mancha, que ahora son dirigidos directamente desde Madrid, ya que ha desaparecido la Delegación regional.

-El nombramiento de un nuevo delegado debe producirse según criterios democráticos y representativos. Esto también lo contempla la Ley de la actividad física de Castilla-La Mancha, con fecha de 2015.

-No se ha consultado a nadie en Castilla-La Mancha si debía ser cesado.

Ahora Felipe Martínez quiere manejarlo todo a su antojo y la unidad del boxeo español es mas necesaria que nunca para frenar los abusos de Felipe Martínez que se dedica a viajar ahora a Rumanía, aumentando la deuda, que él mismo aprobó en la Asamblea, que tanto criticó de su antecesor.