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Óscar Jiménez

Lleno hasta la bandera en el frontón del polideportivo San José de Guadalajara (14/05), donde se disputó un combate profesional entre el rumano afincado en Guadalajara Rafael Chiruta (9-38-1, 4 KO) y el madrileño Roberto Casado (2-0-1, 0 KO).

Antes del combate se disputaron dos títulos de España de K-1, en el primero de ellos Diogo, del equipo Twister Team de Azuqueca, venció al sevillano Ismael Tripodi, de UMF, en la categoría de -60 K. En el segundo Alberto Cabrera (Origen) venció a los puntos al local Andrés Burguete (Hammer Center), que a pesar de caer en el primer asalto se repuso y dio mucha guerra. Combate muy duro, como casi todos.

A continuación vinieron los combates amateur de boxeo. Todos muy disputados con chicos muy bien preparados física y técnicamente. En uno de ellos Rafael Chiruta estuvo en la esquina de su pupilo Ángel López (La Roca Team), que venció a Juan Jiménez (de E. B. Carabanchel, club que llevó a varios púgiles que lucieron todos muy bien). También hubo un combate femenino, durísimo, en el que Eva Pérez de E. B. Carabanchel venció a Lucía Blázquez de Alphabox. Este fue el único en el que hubo algo de polémica hasta el momento en el resultado, creemos que acertaron los jueces, pero la perdedora se lo tomó bastante mal, la carabanchelera fue menos precisa pero muy insistente en el ataque, llevando constantemente la iniciativa del combate.

Quedaba el combate profesional. Todos expectantes, a ver si La Roca podía con el pupilo de José Valenciano, que traía al Tiburón Hilario también en la esquina. Todos esperábamos el «chirutazo» (pero lo que hubo fue una «chirutada»). La grada estaba con Rafael Chiruta, que con su estilo poco ortodoxo desquiciaba a Roberto Casado, que no lograba conectar, fallaba muchos golpes y recibía contras a menudo. El combate no fue brillante pero sí muy emocionante, con dos estilos muy diferentes. Por desgracia quedaba lo peor de la noche, los jueces dieron combate nulo por decisión dividida (injusto, porque debió ganar Chiruta) y el rumano perdió los papeles. Sabemos que es un tipo peculiar, pero una cosa es guiñar el ojo o sacar la lengua a su afición en plena pelea y otra muy distinta lo que hizo después de saber la decisión de los jueces. Se bajó los pantalones, escupió al juez Agapito Gómez, mentó a su madre, luego bajó y cogiendo una banqueta de una de las esquinas le amenazó. Después, se lo tuvieron que llevar. Creemos que ganó Rafael Chiruta, es más fácil perjudicarle a él que a un discípulo de José Valenciano, eso está claro, pero a fin de cuentas el combate fue igualado y cosas mucho peores se han visto.