José Manuel Moreno

El combate de revancha entre el mexicano Julio César Chávez Jr. (47-1-1, 32 KO) y el estadounidense Bryan Vera (23-7, 14 KO) se llevará a cabo, pero no en diciembre como se venía rumoreando, sino probablemente en el mes de febrero. Después del enfrentamiento del pasado 28 de septiembre que acabó con un resultado de decisión unánime para el hijo de la «Leyenda» que casi nadie compartió, la revancha estaba servida. Pero el motivo para que haya que esperar al menos a febrero es, sencillamente, un problema presupuestario de HBO, la cadena que tiene los derechos y que no cuenta ya con más recursos económicos para lo que resta de año. La revancha se hará, porque es de justicia deportiva y porque a buen seguro contará con una buena audiencia, pero será en febrero, y muy probablemente en el estado de Texas, estado natal hace 31 años del norteamericano.

Julio César Chávez padre ha pronosticado con rotundidad que en este nuevo combate su hijo ganará seguro antes del límite. Más le vale si quiere mantener su aún casi intacto tirón ante los aficionados, porque los comentaristas de boxeo hace tiempo que dejaron de creer en él, por sus continuos devaneos con la marihuana y con su propio peso y por su proverbial falta de profesionalidad. Bob Arum, el promotor de la pelea, ha asegurado que Chávez estará en peso sin problemas y que la misma se hará en el peso supermedio (76,2 Kg.).