Daniel Pi
@BastionBoxeo

El filipino John Riel Casimero (29-4, 20 KO) (en la imagen) logró en la noche del sábado la décima victoria fuera de su natal Filipinas, pero no fue simplemente un triunfo más. Y es que, en el combate ante el rival con más prestigio que ha tenido frente a sí, el hábil y eléctrico monarca mundial WBO del peso gallo Zolani Tete (28-4, 21 KO), al que se midió en el Arena de Birmingham (Reino Unido), Casimero logró un espléndido KOT en el tercer round, logrando su séptimo cinturón mundial.

Durante los primeros dos asaltos Tete pareció más acertado que su oponente, puesto que, con Casimero expectante y buscando la ocasión para realizar esporádicas embestidas con su directo al torso, el sudafricano usó su ventaja en altura y alcance para tirar el jab y, junto a alguna mano más de limitada relevancia, controlar las acciones portando la iniciativa.

No obstante, en el tercer episodio Casimero lanzó un jab para que su rival agachase la cabeza, alcanzándolo entonces con un potentísimo curvo diestro sucedido por un croché de derecha que llevaron a la lona a Tete. El hasta entonces titular se alzó en mal estado, pareciendo necesaria ya la detención, pero el tercer hombre quiso darle la oportunidad de que siguiese, volviendo a ser llevado al tapiz aparatosamente tras un breve hostigamiento y un par de fuertes ganchos de izquierda. De nuevo, el choque debió ser parado entonces, pero el árbitro realizó otra cuenta, que fue sucedida por una última andanada de Casimero que forzó la detención del encuentro.

Logrando otra victoria más lejos de casa y contra un boxeador tan bien valorado por los analistas, Casimero y su promotor consideran que ha llegado el momento de buscar la pelea más importante de toda su carrera: una unificación contra Naoya Inoue, quien posee dos de las coronas mundiales del peso gallo (la WBA y la IBF) tras su victoria sobre Donaire. Dado que “Monster” no es un púgil que rehuya retos peligrosos, como está intentando ser monarca indiscutido y como Casimero ha señalado ya que está dispuesto a viajar a Japón, el enfrentamiento parece perfectamente realizable, duelo de pegadores que seguramente no llegaría al final y que supondría un hito muy importante en el legado del vencedor.