Darío Pérez
@Ringsider2020
El AT&T Stadium de Arlington, ciudad estadounidense dentro de Texas, batirá este sábado el récord de asistencia a un espectáculo de boxeo en recinto cerrado, en vigor desde el Ali-Spinks II de 1978, que tuvo una asistencia de 63.352 espectadores en la llamada “Batalla de New Orleans”, y además será el evento deportivo con más público tras la pandemia.
Nada menos que 65.000 espectadores, en aforo sin restricciones, ya han comprado su entrada para el combate entre Saúl Álvarez y Billy Joe Saunders, superando a combates tan míticos como el Julio César Chávez-Pernell Whitaker de 1993.
Canelo (55-1-2, 37 KO) pisará el ring por tercera vez en 150 días, algo inusual para las mayores estrellas del boxeo mundial. Tras sus contundentes victorias ante Callum Smith, por amplia decisión unánime, y Avni Yildirim, en tan solo tres asaltos, se vuelve a calzar las zapatillas de boxeo, pantalones y guantes para dar un paso más en su ansia de total unificación del peso supermedio: a sus actuales cetros WBA y WBC podría sumarle el sábado el WBO, en poder de su rival.
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Álvarez, para muchos el mejor boxeador de la actualidad en cualquier peso, está en una absoluta plenitud como deportista, mostrando una madurez y una evolución que le aúpan a entrar en discusiones tan ambiciosas como el mejor boxeador mexicano de la historia. Su defensa es casi inexpugnable, como comparte constantemente en redes sociales, donde sus seguidores disfrutan de sus clases de esquivas y ballesteos, y su tándem con la esquina, encabezada por Eddy Reynoso, es de los más sólidos en nuestros días.
A ello le suma una estimable pegada, que basa en la acumulación de castigo, ya que nunca ha sido un noqueador de una mano. Este sábado, se juega aumentar su leyenda con el boxeador dentro del supermedio que más problemas le podría ocasionar (en el ring, fuera de él ya ha quedado bastante claro), si nos fiamos de la opinión de numerosos analistas. Caleb Plant, poseedor de la faja IBF, le esperaría en septiembre para la unificación total en caso de vencer mañana el de Jalisco a Saunders. Canelo, campeón mundial superwélter, medio, supermedio y semipesado podría acercarse mañana a su mayor hito, puesto que estaría a una pelea de «barrer» una clase de peso ostentando todos sus cinturones mundiales.
Billy Joe Saunders (30-0, 14 KO) es uno de esos boxeadores a quienes ya nos apetecía ver en una pelea contra un rival de primera línea mundial. Tras buenos rivales en su tarjeta de presentación. como Chris Eubank Jr, John Ryder, Andy Lee o David Lemieux, le llega la oportunidad de su vida. A todos los citados, y a muchos otros, les despachó el nacido cerca de Londres con su boxeo técnico, con reminiscencias de la etapa amateur y defensa vistosa.
No es un púgil de ataque, pero no le importa llegar a la distancia por su buena preparación física y confianza infinita en sus capacidades. En su última pelea, este púgil zurdo venció por decisión unánime y amplia a su compatriota Martin Murray, ya en una etapa de declive. Es su tercera defensa del título mundial del peso supermedio WBO, en este caso además con el añadido matiz unificador; en la categoría inferior, la del medio, fue campeón británico, europeo, de la Commonwealth y también mundial. Currículum para hacer sombra al mejor de la actualidad no le falta.
La pelea ha estado marcada por las habituales bravuconadas de Billy Joe Saunders, esta vez multiplicadas al disponer de más gente haciéndole caso. Tras amenazar con irse de vuelta a su casa si no se ponía un ring de las medidas que quería (algo que no estaba en el contrato), faltar al respecto a la prensa en repetidas ocasiones e incluso a periodistas personalmente, los careos con Álvarez fueron tensos, incluso llegando al intercambio de insultos entre los equipos. Raro en Canelo, habitual en Saunders.
En el cara a cara, Canelo señaló: «Me siento muy agradecido y feliz, porque a través del boxeo regresamos a la normalidad. Estoy listo para este combate, Saunders es un zurdo muy hábil, pero no soy el mismo de hace 6 o 7 años. Soy más maduro, he crecido en todos los aspectos, ya lo verán”.
«He estado envuelto en peleas muy importantes, pero este será un día más en la oficina. Vengo a ganar, el boxeo es parte de mi vida”.
“Ellos han hablado y han tratado de desenfocarme, pero ya sabía que esto pasaría. Sabemos que él viene a moverse, pero si quiere ganarme tiene que pararse y ahí le vamos a estar esperando”.
Por su parte, Saunders ha gritado a todos los vientos que él tiene todo para vencer al actual rey de todos los pesos, y que la presión y juego de psicología serán más que eso la noche del sábado.
«He estado en el boxeo toda mi vida. Soy un gitano, sabemos que es pasar cosas difíciles, pero todo pasa por una razón. No vengo por dinero o publicidad, vengo por la victoria. Tenemos lo dulce, salado y la inteligencia».
«El es un gran campeón, pero este fin de semana se equivocó de rival. Sé que los jueces serán profesionales y justos. Ya he tenido presión de fanáticos antes, de hecho la presión es para ambos y al final gritarán mi nombre”.
Hablaremos del respaldo de este esperadísimo encuentro, cuyo inicio está previsto en torno de las 5:00, en otra noticia. La velada se verá en España en la madrugada del sábado al domingo por DAZN.
