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Floyd Mayweather Jr. sorprendió a propios y extraños al anunciar, a través de un breve comunicado publicado en sus redes sociales, la cancelación del combate que tenía fijado ante el japonés Tenshin Nasukawa en Tokio para el próximo 31 de diciembre.
«Quiero que quede claro que yo nunca acepté un combate oficial con Tenshin Nasukawa. De hecho, con el debido respeto, nunca he oído hablar de él hasta este reciente viaje a Japón. En última instancia, me pidieron participar en una exhibición de nueve minutos y tres asaltos con un oponente seleccionado por la Federación de Combates de Rizen. Se trataba de una exhibición para un pequeño grupo de espectadores adinerados por una tarifa muy alta. Sería un ‘combate especial’ con fines de entretenimiento sin intención de ser presentada como una pelea oficial ni televisada en todo el mundo», sostiene el boxeador estadounidense. Una vez que llegué a la conferencia de prensa, mi equipo y yo nos quedamos completamente desconcertados por la nueva dirección que estaba tomando el evento y quisimos deternerlo de inmediato», señala.

«Quiero disculparme sinceramente con mis seguidores por la información tan engañosa que se dio durante la conferencia de prensa y puedo asegurar que yo estaba completamente cegado por los arreglos que se hicieron sin mi consentimiento ni aprobación», añade. «Soy un boxeador retirado que gana una cantidad de dinero sin precedentes, en todo el mundo, por apariciones, charlas y pequeñas exposiciones ocasionales», finiquita.

Todo parece indicar que lo que le vendieron como una contratación para un evento particular se había convertido en un show, a coste low cost, de los que nos tiene acostumbrados un Mayweather cuya última aparición sobre el cuadrilátero fue la victoria ante el irlandés Conor McGregor en agosto de 2017.