Daniel Pi
@BastionBoxeo

Este viernes, un día antes de que Sergey Lipinets y Mikey García combatan en un campeonato IBF del peso superligero, se producirá una eliminatoria final para decidir al retador obligatorio del monarca, antesala del mundial de por sí muy interesante, que debería tener toneladas de acción y que, por encima de todo, tendrá el aliciente de contar con el hispanoruso Petr Petrov (38-5-2, 19 KO) combatiendo ante una promesa de la división como el ruso-bielorruso Ivan Baranchyk (17-0, 10 KO).

La contienda se disputará, televisada por Showtime, en el Deadwood Mountain Grand de la ciudad estadounidense de Deadwood, ciudad muy conocida por las películas y series de tipo western que tratan su peculiar historia y los personajes destacados que por ella pasaron, como el afamado pistolero Wyatt Earp, que curiosamente fue árbitro de boxeo además de guardián de las leyes.

Dejando de lado los duelos a pistola por los que éste fue famoso y regresando a los duelos de tipo pugilístico, el Baranchyk-Petrov parece destinado a ser un fenomenal enfrentamiento, siendo ambos dos buenos conocidos de la afición estadounidense por las espectaculares peleas que llevan a sus espaldas. De hecho, de Baranchyk se dice que es uno de los dos protagonistas de una de las mejores pugnas de la historia de las veladas ShoBox: The New Generation, la que disputó ante Abel Ramos. Esté la citada pugna sobrevalorada o sea plenamente merecedora de las loas que recibe, lo cierto es que permite conocer bastante bien a Baranchyk.

Haciendo plena justicia a su apodo de “The Beast”, éste posee tanto las virtudes como los defectos de una bestia, siendo un boxeador muy agresivo, que presiona tenazmente lanzando peligrosas andanadas sin acusar fatiga, pero cuyas ofensivas pueden resultar realmente descontroladas. Así, manteniendo la sangre fría, es posible conectar contra él contragolpes decisivos o llegar en variadas circunstancias con claras manos de poder. No se puede pasar por alto que tanto ante Wilberth López como ante Abel Ramos el imbatido Baranchyk ha visitado la lona o, dicho de otro modo, ha sufrido knockdowns en dos de sus tres mayores tests que han alcanzado el décimo round.

Por ello, accediendo por primera vez en su carrera a una pelea trascendental y a doce asaltos ante un top 15 mundial como Petrov, con cuatro veces más rounds, con 28 peleas más que él y con experiencia de gran calidad adquirida ante campeones como Maidana, Zlaticanin y Terry Flanagan, lo cierto es que este enfrentamiento no debe ser visto como un paseo por el parque para el campeón mundial amateur junior Baranchyk, ni muchísimo menos. Ilustrándolo, basta con recordar que las apuestas en algunas casas a penas dan una diferencia de un euro y medio entre ambos boxeadores.

Obviamente, Petrov, que se labró su prestigio al otro lado del Atlántico tanto por su victoria en el torneo Boxcino 2014 como por su triunfo en una eliminatoria final ante el alabado Michael Pérez, accede a esta pelea en circunstancias muy lejos de ser ideales, dado que ha sido llamado como sustituto de Anthony Yigit con muy poco margen de tiempo, sube de categoría para este combate (no pelea en el superligero desde 2012) y además no ha combatido en los últimos once meses. Pero en cuanto a su preparación física se debe dar por sentado que será perfecta, como siempre, más aun habiendo estado entrenando para otro combate cuando recibió esta oportunidad, y no deberá hacer ningún sobreesfuerzo para estar en peso.

Por otro lado, en cuanto a técnica y táctica “El Zar” parece tener de su lado una apreciable ventaja, al igual que en encaje, todo ello ante un Baranchyk que en sus últimas cuatro peleas, cuando ha visto su nivel de oposición crecer crucialmente, no ha vuelto a anotarse una victoria antes del límite. Esto no significa que el boxeador nacido en Amursk, en la parte más oriental de Rusia, pero que creció en Bielorrusia, no tenga pegada, al contrario, tiene poder en sus puños para lograr nocauts de un golpe. Simplemente no siempre sabe aprovechar esa cualidad ante oponentes elevadamente competentes.

Teniendo en cuenta que ambos son dos boxeadores aguerridos, parece inevitable que la pelea llegue, aunque sea salteadamente, a duros intercambios de golpes, en los que en teoría Baranchyk por su ritmo, contundencia y frecuencia tendrá ventaja. Con todo, Petrov es muy explosivo también, es más astuto y preciso y sabe tomar mejores decisiones, de modo que, recordando el buen desempeño en corta que ha tenido ante boxeadores como Quintero y Pérez, no se debe considerar que ineludiblemente será barrido en el cruce de golpes, pudiendo encontrar claros huecos en los recurrentes descuidos defensivos de su adversario.

En cualquier caso, lo que parece una mejor táctica contra Baranchyk es intentar permanecer alejado y dinámico, centrándose en gestionar calmadamente los tiempos y los espacios en la medida de lo posible, evitar los intercambios, tratar de mantenerlo ocupado con los rectos y buscar demolerlo a la contra o con inesperadas arremetidas desde la larga mientras se evita su largo derechazo curvado, estrategia que es fácil de explicar aunque extremadamente complicada de ejecutar pero que no está fuera del alcance de un Petrov que se ha visto ante retos, sobre el papel, mucho más complicados que este.

El despegue final de Prograis
El combate estelar del evento será, de facto, otra eliminatoria final del peso superligero, aunque por el WBC y con el título provisional interino en juego, enfrentamiento al que también vale la pena prestar atención. Y es que el considerado por muchos como el mejor aspirante de la división (para otros es el segundo por detrás de Josh Taylor), el estadounidense Regis Prograis (20-0, 17 KO), combatirá ante el excampeón unificado Julius Indongo (22-1, 11 KO) en un choque que es visto como el inicio del estrellato en mayúsculas del invicto local, que tratará de ofrecer una actuación inapelable para poder mantenerse en buen lugar en las comparaciones que se harán con el combate que Terence Crawford disputó contra el mismo boxeador namibio.