Darío Pérez
@Ringsider2020

Hace una semana, William Zepeda (22-0, 20 KO) se presentó ante el público estadounidense. ¡Y vaya manera de hacerlo! El peso ligero mexicano de 24 años fue el protagonista del combate de semifondo en la cartelera de O’Shaquie Foster y Miguel Román, y se llevó múltiples elogios por su victoria antes del límite ante Roberto Ramírez. Hemos hablado con él para que nos cuente su historia, el momento que está viviendo y sus ilusiones.

-William, bienvenido a ESPABOX. ¿Cómo te encuentras de ánimos y físicamente una semana después de tu triunfo?
-Hola, gracias por contar conmigo en este espacio. Estamos contentos, emocionados de que se siguen abriendo puertas y estamos creciendo.

-Vamos a hacer memoria. ¿Cómo empiezas a entrenar en el boxeo, tus primeros pasos?
-Soy originario del Estado de México, del municipio de San Mateo Atenco. Empecé un poquito en el boxeo sobre los siete u ocho años, pero no me podía llevar mi padre. Entonces no entrené en serio hasta los trece o así, que ya tuve un gimnasio cerca y podía ir yo solo después de la escuela. Un par de años después, empecé a competir y me empezó a gustar cada vez más porque además veía que tenía cualidades.

-¿Y de dónde te vino esa afición para buscar el boxeo varias veces?
-Vengo de una familia a la que le gustaba mucho el boxeo: mi abuelo paterno lo practicó como aficionado, y después mi padre y unos tíos también estuvieron entrenando. Pero no les gustaba tanto como exige esta disciplina; pero por mi parte, desde chiquito me gustaba mucho eso de los golpes, yo me peleaba en la guardería y la primaria, me llamaba la atención y me fui concentrando en el boxeo. Le pedí a mi padre que me metiera en un gimnasio, porque estuve en varios deportes como fútbol o natación, pero yo le dije que lo que quería hacer era boxeo.

-Y lo conseguiste. ¿Nos podrías hacer un resumen de tu carrera amateur?
-Sí que fue buen fogueo, no creas. Empecé como amateur sobre los catorce años y estuve hasta los dieciocho que debuté como profesional. Participé con buen resultado en torneos de aquí, fui campeón nacional y campeón Guantes de Oro. También estuve en eventos internacionales representando a México: fui campeón continental en Quito 2014, quinto en el mundial juvenil, el único mexicano en los Juegos Olímpicos juveniles de China, también en quinto lugar, o en las World Series Boxing.

-Como dices, te vuelves profesional a los 18 años. ¿Cómo fue el paso de amateur al boxeo rentado?
-La verdad es que se me complicó un poquito el paso, porque son dos boxeos muy diferentes. Desde el momento en que me pusieron el vendaje, ya noté el cambio. Además, yo era un boxeador que me movía mucho, no asentaba bien el golpe, necesitaba más ataque… y eso me costó bastante porque es un cambio bastante drástico.

-Lo que también llama la atención es que en 2016 tuviste nada menos que siete combates, sale a uno cada menos de dos meses. ¿Es la mejor definición de vivir para el boxeo las veinticuatro horas del día?
-Pues sí, fue un año muy activo, pero no me importó porque estaba peleando bien, me sentía cómodo y fuerte aunque pelease cada poco tiempo. Así me iba fogueando en el campo profesional y me animaba por los buenos resultados. Además, eran peleas a pocos asaltos, a cuatro o a seis, la carga no era tan grande.

-Ya en 2017, 2018 y 2019 tus rivales van subiendo de nivel, como es normal; sin embargo, prácticamente noqueas a todos. ¿Qué has ido aprendiendo en estos tres o cuatro últimos años?
-He aprendido que uno en el boxeo no puede arriesgarse a no entrenar, hay que ser siempre profesional, como la propia palabra indica, vivir para ello sin descuidarse, porque es un deporte de riesgo. No puedes pelear a ver qué pasa, porque hay contacto. Y también he vivido muchas experiencias que jamás pensé vivir, he conocido a mucha gente y he podido pelear contra grandes boxeadores.
He adquirido tantos aprendizajes dentro y fuera del ring que tardaría tres horas en poder contártelos todos (ríe). Estoy muy contento en lo que ha convertido el boxeo a William Zepeda.

Pesaje de William Zepeda contra Jampier Oses (2019)

-Muy interesante la reflexión que haces sobre la parte mental de este deporte y cómo afrontar la realidad del boxeador. Y dentro del ring, ¿Qué evolución te ves?
-Como deportista, me gusta ser sincero conmigo mismo y con mi entrenador; tras cada pelea, intento ver lo que puedo mejorar, qué me faltó y esas cosas. Cuando me convertí en profesional, en mi primera pelea sentía que no lastimaba a mi rival, que no asentaba los golpes y arrastraba costumbres de amateur en el sentido de solo tocar al rival. He ido mejorando, me paro más, camino tirando golpes, alterno arriba y abajo, me aprovecho de ser zurdo y controlo mejor los tiempos: arriesgo solamente cuando veo que la situación es favorable y se puede forzar un poquito. Antes tiraba demasiados golpes, acababa a mis rivales pero yo también recibía castigo, y ahora también es más fácil llevar la pelea poco a poco al ser más rounds.

-Año 2020, cambia el mundo por una maldita pandemia. Tú, por suerte, pudiste pelear en marzo justo antes de la suspensión del boxeo mundial, y también ahora en noviembre. ¿En qué medida te ha impedido el coronavirus hacer tu 2020 soñado, qué planes tenías?
-Esto nos ha afectado mucho a todos, pero yo le he intentado ver el lado positivo. Como dices, yo peleé en marzo, y vi algunas cosas del combate que se debían mejorar, así que pude trabajarlas desde casa en la etapa del confinamiento. Otro lado bueno que vi es que, tras unos años peleando muy seguido, también pude descansar de la competición y relajarme un poquito, ha sido una época de gran actividad. Esta pausa me ha ayudado a fortalecer mis virtudes y mejorar algunas otras cosas en mi boxeo.
Sobre mi carrera, sí que es cierto que me ha frenado, porque ya habría debutado por junio en Estados Unidos y tendría otras dos o tres peleas en el año, pero las cosas siempre pasan por algo y me gusta ver el lado bueno de ellas. Ya iremos cogiendo el ritmo de nuevo.

-Pero, con todo, acabas el año de manera maravillosa, con tu presentación en EEUU y… no es un debut cualquiera. Venciste por KO a un duro rival en una velada muy seguida, tanto en ese país como en México por vosotros y por Mickey Román. Cuéntanos tus sensaciones por este hecho.
-Cuando me dijeron que iba a pelear en Estados Unidos, me emocioné mucho y me puse muy contento. Recordé todas las experiencias vividas, luchando contracorriente y tocando muchas puertas, algunas abiertas y otras cerradas. Al final, ves que el trabajo que has hecho junto a tu equipo ha dado resultado. Y también eso, ganar como gané, la emoción de una gran cartelera con Román y Foster en un gimnasio legendario de un entrenador como Freddie Roach… (pausa) es algo que me deja sin palabras saber que he sido parte de eso.
Estoy cumpliendo el sueño que tenía desde que empecé como boxeador profesional, pero hay que seguir trabajando para vivir más experiencias como esa.

-¿Cuál será tu próximo movimiento, te quedas peleando en Estados Unidos o la idea es volver a las peleas en México?
-Veremos lo que dicen en mi promotora Golden Boy, creo que iremos alternando con más peleas en Estados Unidos, pero también algún combate en México. Lo importante es mantenerse activo.

-Y lo de ser campeón del mundo, ¿para cuándo?
-Creo que podría tener ya alguna oportunidad para finales del próximo año. Lo ideal sería tener dos peleas de nivel durante el año y al terminar 2021 ver ahí la ocasión.

-Háblanos de tu boxeo. Por tu palmarés se descubre que eres un pegador con tu porcentaje de victorias antes del límite y además tu condición de zurdo, ¿podrías describir tu boxeo a los aficionados?
-Un poco variado, me gusta ir al ataque, pero también esquivar golpes y contragolpear. Mi gran fortaleza creo que es cuando saco la mano izquierda en el encuentro.

-¿Por qué te llaman Camarón?
-Me viene desde niño, cuando jugaba con mis primos a la pelota. Soy muy blanco y me ponía rojo por el sol. Se me quedó ya para siempre, a mí me parecía gracioso y me gustaba.

Ya, por último, fuera del deporte, ¿Qué tipo de persona eres fuera de los cuadriláteros? ¿Tienes alguna afición curiosa?
-Soy una persona tranquila, me gusta caminar, pasar tiempo con la familia, con mi pareja, el perro… y disfrutar de la vida y las personas que nos rodean. Después de épocas de mucho esfuerzo, también me gusta el descanso y relajarme. Es como un entrenamiento mental, así me preparo mejor para próximos retos.

Te deseamos lo mejor para el futuro, William. Las últimas palabras son para ti, para que te puedas dirigir a los lectores de ESPABOX y decirles lo que desees.
-Quiero agradecerles el tiempo dedicado a hablar conmigo y mandar un gran saludo a los lectores de ESPABOX, a la gente que está en España. Seguiremos trabajando para cumplir nuestras metas y lograr algo grande próximamente.

Gracias a ti, te seguiremos en tu camino hacia la cima del boxeo.