El 22 de febrero, Deontay Wilder (42-0-1, 41 KO) y Tyson Fury (29-0-1, 20 KO) volverán a cruzarse en un cuadrilátero, tras finalizar con resultado de combate nulo la primera pelea entre ambos en 2018. El estadounidense y el británico presentaron ayer una de las peleas más esperadas de los últimos años en los pesos pesados.

«Lo noqueé la primera vez. Le dije a Fury hace dos años que lo iba a bautizar, y lo hice, levantarse es parte del bautismo. Esta vez no se levantará. Y como está en la WWE, lo voy a sacar del ring», declaró Wilder, haciendo alusión al paso por la lucha libre de su rival.

«Quizás Lennox Lewis vs. Mike Tyson fue la última gran pelea como esta. Creo que la sensación es que o él me noquea o yo gano por puntos», dijo Fury.