Los tribunales han dado la razón al equipo de Deontay Wilder, que se embolsará cuatro millones y medio de euros, a causa de los daños causados por la cancelación del combate que iba a disputar ante Alexander Povetkin el pasado 21 de mayo. El púgil ruso no pudo pelear, al conocer una semana antes de la pelea que se habían encontrado restos de meldonium en su cuerpo. Andrei Ryabinsky, promotor de Povetkin, apelará la decisión en las próximas semanas.